El concejal delegado de Obras de Lucena, Miguel Villa (IU), ha informado de que desde la Gerencia de Urbanismo se ha facilitado la segregación de 67 parcelas en la zona de Campo se Aras. Con ello se soluciona el problema de propietarios de fincas compartidas hasta hace poco a las que la realidad urbanística ya las ha dividido en parcelas individuales. Esto posibilita que estas personas puedan inscribir dichas parcelas y hacer uso de su propiedad ya individualizada.

Por lo tanto, se trata de segregaciones que tienen como objetivo la división de la cosa común, la ruptura, según términos jurídicos, del pro-indiviso. Villa ha aclarado que "no se trata de un pro-indiviso en cualquier lugar, sino en zonas que cuenten con un planeamiento urbanístico en fase inicial o definitivo, para no alterar los procedimientos regulados de reparcelación urbanística".

Miguel Villa apunta que uno de los objetivos fundamentales de estas segregaciones es evitar que cualquier situación de responsabilidad personal de uno de los propietarios del condominio pueda afectar al resto de ellos ante una situación de embargo o concurso de acreedores". Apunta que "la solución para evitar estos problemas cuando la situación lo permite es la división de la cosa común a través de segregación urbanística, cuando solo tenga como objetivo la ruptura del mencionado pro-indiviso. Los vecinos, de esta manera, pueden escriturar sus parcelas individuales y, en definitiva, de esta forma se les ayuda a gestionar sus patrimonios de la mejor manera. Así, se les facilita que puedan realizar, por ejemplo, una hipoteca sobre su bien, en definitiva, regularizar situaciones del urbanismo de Lucena que estaban en un limbo".

DISCONFORMIDAD El concejal delegado de Urbanismo de Lucena pone de manifiesto que "nos hemos encontrado también con situaciones en las que los vecinos han mostrado su disconformidad, dado que tenían individualizadas sus fincas catastralmente, pero no urbanísticamente, y desde el catastro se les dijo que había que agregarlas en una única finca". Por ello se han visto inmersos en un proceso de agregación y una posterior segregación urbanística. Villa señala que "la segregación urbanística es un ámbito de gestión de la Gerencia de Urbanismo que nada tiene que ver con la individualización y la regulación fiscal del catastro inmobiliario. Ello ha supuesto en algunos casos una revisión de sus valores catastrales a nivel tributario y ha dado lugar al incremento del IBI".