Una presentación única en los anales de la historia editorial de nuestro país. Así podría definirse la presentación por parte Enrique Alcalá Ortiz, cronista oficial de Priego, de 43 obras inéditas en formato digital, o lo que es lo mismo, la nada despreciable cifra de 8.294 páginas y 10.713 ilustraciones.

Un acontecimiento cultural digno de ser resaltado en el que se dieron cita más de dos centenares de invitados, entre ellos familiares, amigos y una amplia representación de los distintos estamentos de la sociedad prieguense, que arroparon con su presencia a Enrique Alcalá, en reconocimiento a sus tres décadas dedicado, en cuerpo y alma, a la cultura de la localidad.

Organizado por la asociación cultural Adarve con motivo del 60 aniversario de la aparición del primer número del quincenal del mismo nombre, las distintas intervenciones y la presentación en sí de las 43 obras inéditas tenía lugar en los postres de un almuerzo celebrado en El Rinconcillo II, siendo varios de los integrantes de la asociación cultural los encargados de su presentación.

Tras las intervenciones de amigos, familiares y varios compañeros de la asociación de cronistas, Enrique Alcalá tomó la palabra centrando su intervención en un prolongado agradecimiento a todas aquellas personas e instituciones que habían hecho posible que durante los últimos 30 años de su vida hayan visto la luz 122 publicaciones, un esfuerzo que como el propio Alcalá confesó, "había merecido la pena", anunciando que había dejado para un futuro no muy lejano una "gavilla" de nuevos trabajos, entre ellos un ensayo político, sus memorias y varios trabajos sobre historia local y folclore.

Genio y figura, como diría el castizo, pero sobre todo una metodología de trabajo espartana y gran amor hacia todo lo relacionado con la historia, las tradiciones y la cultura en general de Priego y la comarca, gracias a lo cual Alcalá ha conseguido lo que muy pocos investigadores, literatos o estudiosos han logrado.

Ahí quedan esos 43 libros inéditos presentados de una tacada, un récord que tardará años en igualarse a menos que el propio Alcalá se proponga otro reto parecido.

Nada más lejos de la realidad.