Apenas pasaban unos minutos de las cinco de la tarde de ayer cuando en Bujalance se inició una fuerte tormenta, acompañada de aparato eléctrico y un fuerte viento, así como una intensa granizada que dejaron 25 litros por metro cuadrado e inundaron en apenas diez minutos las calles de las zonas bajas de la localidad del Alto Guadalquivir, mientras otras, como el campo de fútbol, quedaron cubiertas de blanco por la gran cantidad de granizo caído.

Los vecinos recordaron entonces las inundaciones sufridas hace unos años, ya que esta vez ha tenido la misma intensidad, aunque con una duración menor. Los nervios y el miedo se adueñaron de quienes veían cómo sus casas se anegaban mientras la fuerza del agua arrastraba vehículos y caían árboles. El Teatro Español también se vio afectado, al entrar el agua que salía de las cloacas situadas en su patio, penetrando en la sala e inundando el foso. Rápidamente se pusieron en acción los servicios de limpieza del Ayuntamiento, Protección Civil, la Policía Local, los bomberos y los propios vecinos para limpiar sus casas, calles y plazas y desalojar el agua del teatro, con la ayuda de monitores del área de Cultura y jóvenes de un grupo de teatro.

La alcaldesa, Elena Alba, y varios candidatos a las próximas elecciones municipales se personaron en las zonas afectadas para conocer de primera mano el alcance de lo ocurrido y ver posibles soluciones.

Por otra parte, en Montilla los bomberos tuvieron que intervenir en las bodegas Pérez Barquero por la caída de un árbol y hubo que cortar la calle Luis de Góngora, que da acceso al pabellón de deportes.