Tras más de dos meses desde que se produjeran los desprendimientos en la ladera del río Lucena a su paso por el diseminado de Casatejada, la empresas Tragsa ha iniciado los trabajos de restitución de la misma. Los vecinos de la zona manifestaron ayer su satisfacción tras unos meses en los que han padecido a diario el miedo de ver los avances sufridos por el desprendimiento.

La empresa Tragsa ha sido la adjudicataria de los trabajos por parte de Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, de quien es competencia esta obra. El responsable de la obra comentaba ayer a Diario CÓRDOBA que ésta carece de presupuesto de salida, pues pueden surgir imprevistos por la complejidad de la actuación, que en principio se trata de restituir una escollera de unos 70 metros de longitud, con un ancho de 4 metros y posteriormente la actuación hasta lo alto de la misma en la zona de las viviendas. Según el técnico de la obra, en el derrumbe de la misma ha podido influir también el vertido de las conducciones del saneamiento de estas viviendas al río a través de la ladera. En la obra habrán de restituirse las conducciones de suministro eléctrico con el que está dotada esta aldea y que también se encuentran en peligro al descubierto por el deslizamiento de la zona. En el cauce se está llevando a cabo una ampliación y desvío del mismo, así como se está acometiendo la colocación de grandes piedras para mermar la erosión.

Cabe recordar que los vecinos de Casatejada se vieron sorprendidos a finales de noviembre por el desplome de parte de la ladera de contención que protege este núcleo vecinal, posiblemente provocado por las últimas lluvias, lo cual provocó el derrumbe de unos 30 metros de longitud del muro de protección, que fue construido hace unos 17 años.

Alguno de los afectados ni siquiera han podido sacar el automóvil de sus cocheras durante este tiempo, pues sus viviendas estas están localizadas junto a la zona que ha sufrido el desprendimiento.