El alcalde de Baena, Jesús Rojano, ha salido al paso de las acusaciones de la nueva plataforma en el manifiesto sobre Torreparedones, diciendo «que carece de rigor, de documentación y miente malintencionadamente». Sobre la «absoluta independencia» de la plataforma, afirma que la inmensa mayoría son militantes políticos de diferentes partidos. En cuanto a la inversión de diez millones en el parque arqueológico, asegura que «no supera los seis» y asume que la persona que lidera este manifiesto está «acostumbrada a magnificar las cifras». Confirma que se registró la marca de Torreparedones, «pero solo para productos alimenticios», y respeta el anuncio de una denuncia administrativa y judicial, al tiempo que reconoce que están acostumbrados a que este mismo grupo de opinión vaya al juzgado a menudo y hasta ahora «se ha archivado todo».

Con respecto a instar a la Junta a que construya una carretera directa entre Baena y Torreparedones, «que dicen que el proyecto quedó redactado en el año 2010», es completamente «falso», ya que «nunca ha existido un proyecto». El alcalde sí está de acuerdo en solicitar el enlace de la carretera de Cañete, tal y como ha aprobado el Pleno, y recuerda que Baena tiene el control exclusivo de las visitas al parque.

Rojano se muestra «encantado» de tener una entrevista con este grupo, «que se pide en el Ayuntamiento, no en los bares», y les recuerda que era teniente de alcalde de este Ayuntamiento desde el 2007 y «manejo toda la información que se ha ido generando de la gestión de Torreparedones». Por ello, mostró y leyó el intento de acuerdo del entonces alcalde, Luis Moreno, con el Ayuntamiento de Castro en el 2009. Una situación parecida a la actual, ya que se estaban ampliando las excavaciones y hubo que adquirir unos terrenos de propiedad privada del término municipal de Castro para continuar. La propuesta de Luis Moreno incluía la gestión conjunta del yacimiento arqueológico, «formar parte, con voz y voto, del consejo de gestión y seguimiento». El Ayuntamiento de Baena se comprometía a «ceder, previa autorización, piezas arqueológicas ya existentes halladas en Torreparedones». Si Castro ejercía la opción de compra sobre los terrenos, conservaría la titularidad de las piezas que se descubriesen. Se le ofrecía además formar participar en todas las publicaciones y noticias que se generasen.

«En esta propuesta del 2009 sí veía Luis Moreno un buen acuerdo con Castro», recuerda Rojano, quien añade que no se llegó a firmar por las enmiendas de la localidad vecina. «Si los mismos que gestionaban este convenio ahora hacen el manifiesto deben pedir disculpas», asevera.

Rojano insiste en que el yacimiento pertenece a Baena, «ni se regala ni se presta, aquí no se cede nada». Por ello, si Castro no adquiere un compromiso firme de redacción del proyecto y excavación arqueológica del anfiteatro y, «por tanto, se incorpora al yacimiento», Baena para el 2018 incorporará la partida presupuestaria necesaria para adquirir los terrenos del anfiteatro para seguir poniéndolo en valor. «Es momento de menos postureo y de adquirir compromisos», sentencia.