Montilla abrió anoche de par en par las puertas de su Feria en honor de San Francisco Solano con un emotivo pregón del periodista Antoni Poveda, alcalde desde hace doce años de Sant Joan Despí, un municipio del área metropolitana de Barcelona que cuenta con cerca de 34.000 habitantes, de los que en torno a 600 tienen origen montillano.

Presentado por Rafael Llamas, el regidor catalán resaltó el importante papel que, a día de hoy, juegan muchos vecinos de Montilla en la localidad catalana y su influencia en la cultura y en las tradiciones locales, como la Cruz de Mayo, que celebran desde 1985 para dar la bienvenida a la primavera y «donde el cante y el baile están muy presentes».

Poveda, que estuvo acompañado por miembros de su Corporación municipal y por un nutrido grupo de vecinos de Sant Joan Despí, hizo hincapié en «el crisol de culturas que es la Cataluña de hoy» y en el carácter de esa tierra como «ciudad de acogida, diversa, respetuosa y cooperativa».

El primer edil sanjuanés aseguró sentirse «honrado» por poder representar durante el pregón de la Feria de El Santo «a familias enteras de montillanos ausentes, todos ellos con nombres propios e historias de vida singulares, pero con algo en común: su origen montillano».

Como colofón, el grupo Ke’arte, formado por Mariví Herencia y Curro Cruz, entonó las Coplas de El Santo, que sirvieron de prólogo para el tradicional pasacalles que comenzó en San Juan de Dios y en el que, junto a la Agrupación Musical La Unión, participaron gigantes y cabezudos de Montilla y de Sant Joan Despí.