El hombre acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa y un delito de obstrucción a la justicia, tras herir grave de un disparo a un abogado en la localidad cordobesa de Montoro, en abril del 2016, declaró ayer ante los jueces que disparó «sin intentar matar», mientras que la víctima aseguró que no lo vio en el momento del disparo y que «su situación fue estratégica».

Durante el juicio en la Sección Tercera de la Audiencia de Córdoba, que continuará el lunes, el procesado, que no contestó a las preguntas de la acusación, relató que al principio de su relación con el letrado en distintos casos que le llevaba sí «estaba conforme», pero posteriormente no, después de que en un caso le dijo que no hacía falta llevar abogado a un juicio y lo perdió, cuando las demás partes sí iban con abogado, según el acusado.

Asimismo, negó que después de romper la relación laboral le dijera que se iba a acordar de él y cree que le estaba «engañando» al no querer recurrir al Tribunal Supremo en un caso por decirle que «solo se ganaba uno de cada cien» recursos, según su testimonio, a lo que añadió que cuando se puso a buscar otro letrado «veían el nombre» de la víctima en los papeles, «lo llamaban y les decía lo que había». También, se dirigió a otras instancias, como el Defensor del Pueblo, que le transmitió que lo que le habían hecho «tenía cárcel». En relación al día de autos, el 19 de abril de 2016, aseveró que salió de casa con una escopeta cargada con postas, con la intención de que el abogado le escuchara, porque «nadie» lo hacía, «ni la justicia», de manera que cuando se encontró con él, a «unos 12 o 15 metros», el letrado le dijo que qué pasaba y posteriormente disparó «al bulto», pero «sin intención de matar», según su relato. Además, detalló que después salió con el coche para Córdoba y se entregó a la Policía, de manera que defendió que no trató de esconderse, pero tampoco se acercó al herido después del tiro al ver que «seguía con vida». Por su parte, el abogado aseguró que no vio en esos momentos al acusado, salvo cuando él cayó al suelo y lo vio con la escopeta apoyada sobre el coche.

La Fiscalía pide para el procesado siete años y cuatro meses de cárcel y orden de alejamiento del afectado durante 17 años por el primer delito, y once meses de prisión y multa de 3.000 euros por el segundo delito.