Carreras espectaculares, alguna que otra voltereta y ambiente excepcional ayer en el primer día de encierros taurinos en El Viso, que reunió a miles de personas en los 600 metros del recorrido desde toriles a la plaza de toros, pasando por las calles Riscalejos y Ramón y Cajal. A las 12.00 horas en punto se lanzaban los tres cohetes que anunciaban que se soltaban las cinco primeras vacas bravas de la ganadería de Julio de la Puerta. Una vez abiertos los portones, los viseños más valientes, encomendados a la patrona Santa Ana, las recibían y comenzaban las carreras en la cuesta arriba de la calle, con muchos visitantes de Córdoba y otras provincias. Tras una hora exacta, se recogían las reses haciendo el mismo recorrido de vuelta a toriles y los cohetes anunciaban que salían otras cinco más. La manada se dispersó pronto y las vacas, que demostraron tener mucha energía y que se resistían a regresar a los corrales, propiciaron grandes carreras y algún que otro revolcón o pisotón sin mayores consecuencias.

El alcalde, Juan Díaz, permanecía pendiente, junto a la Guardia Civil y Policía Local, del correcto vallado de las calles y explicaba que la seguridad y el cumplimiento de la normativa "son la máxima prioridad", junto con el bienestar animal, con controles veterinarios antes y después del encierro.

Dos ambulancias se reparten por el recorrido y otra más permanece en el centro médico con cirujano y anestesista. José Antonio Toril, jefe de Protección Civil, coordina a 18 personas pendientes de "si es necesario, realizar una evacuación".

La fiesta, de interés turístico de Andalucía, tiene más protagonistas, como José, hijo de padres viseños que emigraron en los 60 a Bélgica y que viaja desde aquel país para vivir "todo lo intenso que se puede los encierros"; o Santiago, que abre estos días la casa cerrada de sus abuelos, en la calle Ramón y Cajal, "para recibir a amigos de distintos lugares de España", como los llegados de Barbate que han traído "atún, pulpo, sardinas y boquerones pescados ayer mismo".

En la calle, Felipe, que tiene 19 años y pertenece a la escuela de recortadores de Pozoblanco, realiza unos saltos sobre las vacas que impresionan. Los encierros diarios se prolongarán hasta el próximo miércoles.