Lucena inauguró ayer un monumento al santero, que se ubica en la calle Flores de Negrón. Fue un acto multitudinario que contó con una masiva asistencia de cofrades y santeros y la gran mayoría de la Corporación municipal, presidida por su alcalde, Juan Pérez, además de los responsables de la Peña El Santero, Fernando Díaz y Rafael Mármol; el presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Requerey, y responsables de las distintas entidades cofrades.

El presentador del acto, Juan Parejo, destacó que desde los años 80 ha habido varios intentar para levantar este monumento, primero en la plaza de Aguilar y luego en el Coso. Ninguno de ellos prosperó hasta contar ahora con la plaza de la Santería y este monumento. El alcalde, Juan Pérez, dijo que este monumento ha sido posible gracias a la confluencia de ideas e interés y al apoyo brindado por Miguel Villa, de Izquierda Unida, en la etapa de cogobierno municipal. Pérez destacó que este monumento «es un homenaje a una manera única en el mundo de portar las procesiones que es la santería».

El acto contó con la intervención de la Banda de Cornetas del Cristo de la Humillación de la cofradía de los Servitas y de los cantaores lucentinos El Quico y Antonio Nieto. El monumento al santero es obra del artista local Pedro Cantero y se alza en un bello rincón de la calle Flores, una arteria urbana por la que discurren algunos de los momentos más importantes de la Semana Santa de Lucena y cuyo paso entraña una especial dificultad para las santeros, dada la estrechez del enclave.

El monumento, bendecido por Nicolás Rivero, párroco de Santo Domingo, está colocado sobre un basamento de 1,60 metros de altura, sobre el que se ubica la figura del santero, que tiene 2,20 de altura. El santero, como mandan los cánones, lleva la almohadilla bajo el brazo y las manos atrás, una postura con la que se dispone para ir a recoger el paso.