La Ballena de Montilla recobra actualidad. El Museo Histórico Local acoge hasta el próximo mes de diciembre una exposición temporal que rememora, casi seis décadas después, el hallazgo de los primeros restos óseos de una ballena en España, durante el transcurso de unas obras que se llevaban a cabo en el verano de 1957 en la zona del Chilancón de Santa María.

La historiadora montillana Inmaculada de Castro, responsable del Archivo Municipal, ofreció anoche una conferencia que, bajo el título Siguiendo el rastro de la Ballena de Montilla , rememoró un hecho que todavía continúa presente en la memoria de muchos vecinos. No en vano, el descubrimiento se convirtió en todo un acontecimiento a nivel nacional, que llevó al Gobierno a enviar a tres reputados científicos para analizar los huesos sobre el terreno.

Aunque los montillanos siempre creyeron que el fósil había sido enviado al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, la realidad es bien distinta. De hecho, la conservadora de Paleontología, Prehistoria y Geología del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Begoña Sánchez Chillón, confirmó en junio del 2005 que no tenía "constancia alguna" de la existencia de una ballena procedente de las canteras de Montilla.

Así, en contra de lo que se recogía en una de las ediciones del Diccionario Enciclopédico Espasa-Calpe , la conservadora del museo barajó la posibilidad de que los restos fósiles fueran a parar a otro lugar. Y estaba en lo cierto. Tal y como desveló anoche Inmaculada de Castro, dos de los centros que recibieron restos procedentes del Chilancón de Santa María fueron el Instituto Lucas Mallada de Investigaciones Geológicas, con sede en la capital de España, y la Facultad de Veterinaria de Córdoba, donde José Rey, cronista oficial de Montilla, recordaba haber visto los huesos del cetáceo durante una visita que realizó al centro en el año 1972.