«El vino es el alma de nuestra gente y de nuestra ciudad, además del motor económico por el que se nos conoce en todo el mundo y que nos diferencia de otras localidades». Así de rotundo se manifestó ayer el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, durante la presentación de la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles, un evento organizado por el Ayuntamiento de la localidad y la Hermandad de Nuestra Señora de Las Viñas en colaboración con el Consejo Regulador y la Diputación.

Llamas, que estuvo acompañado por la delegada del Gobierno andaluz en Córdoba, Rafi Crespín, y el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Zurera, hizo hincapié en la «doble vertiente» de esta fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, ya que, «por un lado, representa la identidad de nuestra tierra y, por otro, permite dar un cariz festivo a una actividad económica, lo que ayuda a la promoción y a la difusión del sector y de la zona».

Por su parte, la delegada del Gobierno, Rafi Crespín, reiteró el apoyo de la Junta de Andalucía a «una fiesta de larga trayectoria y prestigio, en torno al sector productivo más importante de Montilla y su comarca, con especial incidencia en la economía, en la sociedad y en la cultura». J.P. BELLIDO HSClB