"Un homenaje a todos los espeleólogos de la provincia". Así ha definido su autor, Miguel Forcada, el libro Historia de la espeleología en la provincia de Córdoba . La obra es, en síntesis, un resumen de la historia de este deporte-ciencia en la provincia que comienza con la investigación de los espeleólogos de Priego y su influencia en la creación del museo histórico de localidad, luego ampliada a otros grupos de espeleología de la provincia.

Forcada incide en la importancia de la Subbética en la espeleología cordobesa, ya que tanto los grupos de la capital como los de la comarca centraron en ella sus trabajos, "porque en ella era donde había cuevas". Forcada recuerda que el germen de la espeleología en Córdoba está en Doña Mencía. Allí, en 1952 se constituyó el grupo Gama, pionero de esta especialidad, al que una década más tarde siguieron otros como el Ambrosio de Morales de Priego, en 1963, aunque, como matiza el autor, "en Priego se practicaba la espeleología mucho antes, ya que a finales del siglo XIX Francisco Ruiz Santaella dejó su firma en el fondo de una cueva".

Ahondando más en la que ya puede considerarse una aportación fundamental para la historiografía de la espeleología cordobesa, Forcada realiza un pormenorizado recorrido por el medio siglo de historia de los grupos prieguenses, cuyo precursor fue Alonso de Carmona, al que siguieron formaciones como GEAP, Sajuma o el grupo GESP, considerado todo un mito en la especialidad, con casi 43 años de permanente actividad, únicamente interrumpida tras el accidente que en 1981 sufriera Francisco Padilla.

En su obra, Forcada también habla del grupo G40 y sus destacadas aportaciones, gracias a los numerosos trabajos realizados así como a los importantes hallazgos de cavidades. Junto a los grupos locales, la obra también recoge la actividad espeleológica en el resto de la provincia.