Un traumatólogo del hospital comarcal de Montilla ha sido acusado de un homicidio por imprudencia grave después de que un joven al que le había diagnosticado fractura de peroné falleciera unas semanas más tarde por un tromboembolismo pulmonar. El fiscal ha solicitado para él 1 año y 2 meses de prisión e inhabilitación para ejercer la medicina durante 3 años, y reclama al acusado, o subsidiariamente a la Junta de Andalucía, que indemnicen a la viuda del fallecido con la cantidad de 150.000 euros.

Al parecer, los hechos sucedieron después de que la víctima sufriera un accidente jugando al fútbol. Este acudió en dos ocasiones al servicio de urgencias y también a una consulta de Traumatología, por lo que el fiscal ha acusado, además, a dos médicos de este centro sanitario (que le vieron en urgencias) reclamándoles dos multas por una imprudencia leve, porque "no actuaron con el debido cuidado exigible a cualquier facultativo en servicio de urgencias". Así, señala que prescribieron a su paciente una inmovilización del pie "descuidando la debida prevención de los posibles riesgos de tromboembolismo", aunque este tenía antecedentes directos de la enfermedad y un peso de entre 90 y 100 kilogramos.

En el caso del traumatólogo, le imputa un delito de imprudencia grave y explica que su intervención "fue totalmente contraria a la lex artis ", ya que el joven fallecido estaba catalogado como paciente con un riesgo moderado--alto de sufrir un tromboembolismo pulmonar y "no le prescribió heparina de bajo peso molecular (tampoco lo hicieron los otros dos acusados) desoyendo la norma de actuación que rige en su especialidad".