Los nuevos análisis han permitido confirmar los orígenes del yacimiento de Torreparedones a finales del Neolítico. El arqueólogo municipal de Baena, José Antonio Morena, explicó ayer que en el sector norte del foro se hizo un sondeo en el mes de octubre "que nos permitió llegar a la roca madre para secuenciar las primeras fases de ocupación del asentamiento y se situó entre el Neolítico y la Edad del Cobre". Ahora se ha realizado el análisis con carbono 14 o radiocarbono, en los laboratorios de la empresa especializada Beta Analytic de Miami (EEUU), que permiten conseguir una cronología casi absoluta y sitúan la primera ocupación humana en este yacimiento en la segunda mitad del IV milenio a.C, aproximadamente entre los siglos XXXIV y XXXI a.C.

Morena explicó que la ocupación más temprana se ha determinado a través del análisis de fragmentos de una semilla de trigo y otra de cebada atrapadas en el interior de una misma pella de barro cocido. Añade que los niveles superiores del Bronce Final se han podido fechar gracias a una semilla carbonizada de haba, que ha fijado una datación del 900 a.C. Del mismo modo, se ha encontrado un fragmento de asa de cerámica procedente de la isla de Cerdeña, que llegaría a Torreparedones como consecuencia de los contactos comerciales.

Con el carbono 14 se han analizado además restos óseos de dos tumbas de la necrópolis oriental, una fechada en el 250 d.C., de época romana, y otra de 1013 d.C., hispano-musulmana. Los restos óseos de otra tumba excavada en la zona de la basílica del foro romano se fechan a finales del siglo VII d.C., en el año 690 --época visigoda--.

La alcaldesa, María Jesús Serrano, explicó que estos últimos análisis se han subvencionado con los Fondos Feder, en el marco del Baniana II. Unos fondos que, "además de poner en valor el rico patrimonio del municipio, permiten la creación de empleo para los trabajos de excavación, a través del Plan de Solidaridad puesto en marcha por este Ayuntamiento".