La Comisión Europea (CE) reconoció ayer que el problema del sector del aceite de oliva no es coyuntural, sino estructural, por lo que se requieren medidas extraordinarias que reconduzcan una situación que ha provocado una fuerte caída de la rentabilidad y unos precios que no consiguen remontar pese a la aprobación de tres almacenamientos privados en lo que va de campaña. El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, presentó ayer las líneas básicas de un plan de acción comunitario que se centra en cinco ejes fundamentales: calidad y control, reestructuración del sector, estructura de la filial, promoción y competencia con los países terceros. Ciolos defendió un refuerzo de los controles y las sanciones para combatir y desincentivar el fraude, sobre todo con la mezcla de distintas categorías. En este sentido, la CE promoverá la adopción de parámetros de calidad "más estrictos" a nivel internacional. Ciolos se mostró tajante y advirtió de que las nuevas tecnologías permiten detectar los aceites calificados "ilícitamente" como virgen, un fraude que afecta a los productores de calidad "porque es competencia desleal" y una "trampa hacia los consumidores".

El plan, que se deberá debatir ahora en España y los otros siete países productores, propone la mejora del etiquetado del aceite para que los consumidores tengan una mejor información y reconocer su calidad. Ciolos pidió a los gobiernos y a la industria la creación de una nueva clasificación que clarifique las calidades, pues, junto al virgen y el virgen extra, el resto de categorías engloba una gran variedad, incluyendo las mezclas.

Con respecto al desequilibrio existente entre la oferta de los productores y la concentración de la demanda, Ciolos propone una mayor concentración "para aumentar el poder de negociación" con la gran distribución. La CE sugiere la aprobación de fondos de desarrollo rural para apoyar medidas que favorezcan el reequilibrio.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, defendió la adopción de medidas por parte del CE. Arias Cañete propuso la introducción de sistemas de regulación de mercado "para que las organizaciones de productores y las cooperativas puedan retirar producto, hacer almacenamiento privado y tener una capacidad de influencia en los procesos de generación de precio para evitar el problema de los precios enormemente bajos del aceite en el mercado nacional".