La Diputación de Córdoba ha comenzado ya la habilitación de un paso provisional en la CO-8205, de la A-339 a la A-4154 por la Fuente Grande (Almedinilla) y Las Navas (Priego de Córdoba), para restablecer el tránsito en dicha vía, que permanece cortada desde el pasado 6 de marzo debido al hundimiento de la calzada -de un metro de profundidad y en un tramo de ochenta metros- provocado por un movimiento de la ladera.

Gracias a esta actuación de emergencia, se podrá abrir de nuevo al tráfico una carretera que utilizan más de 900 vecinos de núcleos como Las Navas y La Poyata (Priego de Córdoba) y de Fuente Grande, Brácana y Venta Valero (Almedinilla). Asimismo, se podrá restablecer la comunicación entre Priego de Córdoba y Algarinejo (Granada), así como el acceso a cuatro almazaras, una envasadora y un gran número de parcelas de cultivo de olivar.

Hasta la habilitación de este paso en precario, los afectados están utilizando un itinerario alternativo por las carreteras provinciales CO-8203 y CO-8203R en una longitud aproximada de 6,7 kilómetros. No obstante, el tramo de la CO-8203 se encuentra en condiciones comprometidas para vehículos pesados, con el firme en mal estado y con cierta inestabilidad en su margen derecho.

Ante esta situación, y como medida provisional y para garantizar el acceso a sus viviendas a los residentes de las aldeas, “se da acceso en precario por este tramo habilitándolo de zahorra y se están realizando todas las operaciones necesarias para evitar el riesgo de incomunicación”, señala el responsable de Carreteras, José Antonio Fernández.

Esta intervención ronda los 200.000 euros con cargo al Programa de Reposición y Mejora de las Carreteras Provinciales. Antes de proceder a la reparación total de la vía, la institución provincial ha encargado varios estudios geotécnicos de la zona, “ya que tenemos que asegurarnos una buena actuación, que garantice la solución al problema de esta vía”.

“Todo hace indicar que el desplazamiento de tierra, que ha afectado incluso a la casa de un particular, tiene que ver con el subsuelo de la carretera, a base de capas de arcilla expansiva”, ha explicado Fernández, quien ha recalcado, asimismo, que las últimas lluvias torrenciales “han venido a agravar esta circunstancia”.