El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Francisco de Paula Algar, ha presentado la campaña ‘El veneno no tiene ojos’, puesta en marcha por la Junta de Andalucía para alertar contra el uso del veneno en el campo e informar sobre las graves consecuencias que el uso de sustancias prohibidas acarrea para la fauna, la flora y el medio ambiente en general.

Algar ha indicado que en el último informe sobre tema de venenos de WWF que evalúa a las comunidades autónomas en su actuaciones de lucha contra el veneno durante los años 2011-2016, la única que obtiene un aprobado es Andalucía, “lo que nos anima a seguir por la linea marcada y a intensificar las actuaciones para mejorar la gestión”.

Precisamente, la Delegación de Medio Ambiente en Córdoba ha suspendido el aprovechamiento cinegético en 4 cotos de caza por episodios de envenenamiento, en los parajes de Barrionuevo (Santaella), en las proximidades del vertedero de El Lobatón (Córdoba), en Albendín (Baena) y en Paredones (Baena). Además, está llevando a cabo diligencias judiciales por el uso indebido de rodenticida en una finca de olivar en el paraje de Serranillos, del término municipal de Lucena.

La Ley de flora y fauna andaluza también prevé la suspensión del aprovechamiento cinegético por el uso de medios prohibidos de caza masivos y no selectivos como pueden ser los cepos, lazos, etc. Por la aparición de cepos, cuyo uso se encuentra prohibido en la Unión Europea desde 1994, se encuentra suspendido un coto de caza en Castro del Río.

Datos de Córdoba

En la provincia de Córdoba, hubo un periodo de fuerte presencia al principio de los años 2000. Cuando se pone en funcionamiento la Estrategia contra el veneno, en 2004, baja la incidencia, con algunos altibajos. Durante este período, los años con más casos detectados fueron 2003 y 2005, con 27 y 28 casos. En 2014 se redujo a 8 casos y en 2015 se situó en 12 casos.

Como especies más significativas afectadas se encuentra el buitre negro, el alimoche, el milano real entre las especies más amenazadas. También se han registrado muertes de pequeños y medianos carnívoros, diversas especies de rapaces diurnas y nocturnas y perros y gatos asilvestrado, hasta un total de 199 animales encontrados. En la provincia se calcula que un animal encontrado supone el 6,75% de la mortalidad real, lo quetraducido a valores reales supone un mínimo cercano a los 3.000 ejemplares.

El delegado se ha referido al informe publicado el pasado año sobre “El Veneno en España. Evolución del envenenamiento de fauna silvestre (1992-2013)”, elaborado por WWF y SEOBirdLife, en cuya introducción se expresa: “En España, entre 1992 y 2013, se registraron 8.324 episodios de envenenamiento, con un resultado de 18.503 animales muertos. Estos datos constituyen únicamente la punta del iceberg, pues la dimensión es mucho mayor. El uso ilegal de veneno constituye una amenaza muy grave para la biodiversidad española, y por extensión para la europea, ya que nuestro país alberga entre el 80 y el 90 por ciento de las poblaciones europeas de especies como el buitre negro, el buitre leonado y el alimoche y además es un enclave fundamental para la pervivencia en el continente de otras especies, como el quebrantahuesos o el milano real. Todas estas especies, en su mayoría amenazadas, junto a otros mamíferos como el oso pardo, lobo ibérico, lince ibérico o zorro, son víctimas todos los años del uso de cebos envenenados, un problema que también está presente en los entornos urbanos.”

Algar indica que el uso de cebos envenenados es una práctica extendida por todo el territorio español y europeo para controlar a los predadores naturales de especies cinegéticas y ganaderas, si bien la utilización de este método de captura no selectivo supone una mortal amenaza para las especies catalogadas y amenazadas. Además, suponen un alarmante y grave riesgo real para las personas, con consecuencias tan graves como altos índices de infertilidad, incremento de procesos cancerígenos, deterioro del estado de salud en general y, en última instancia, la muerte.