Lucena inauguró en la tarde de ayer el Velón Gigante, que desde ahora da la bienvenida a quienes se acercan a la ciudad y se convierte en un reconocimiento permanente al sector del bronce, precursor de la industria local, y en un nuevo reclamo turístico. El acto contó con la asistencia del alcalde, Juan Pérez, así como de numerosos miembros de la Corporación municipal y otras autoridades, además del presidente de la Asociación Velón de Lucena, Joaquín Pimentel.

El monumento ha sido donado por la asociación para su disfrute por parte de los ciudadanos lucentinos y en su elaboración han intervenido varias personas y empresas de forma totalmente desinteresada, contando con el apoyo del Ayuntamiento. Entre los colaboradores han estado las empresas Bronpi Calefacción, Nayfrava Constructora, Eléctrica Imboelec, Grúas Guerrero, Acerosol, Kloeckner Metal Ibérica, así como Miguel Muñoz Villarreal, autor del diseño, y el ingeniero Agustín Hidalgo, que ha desarrollado un proyecto en el que han trabajado Juan Cano, Joaquín Jiménez, Juan Carlos Muñoz, Israel Adamuz, Jesús Romero, David Velasco, Jesús Molinero y Ángel Hidalgo.

El monumento, que se alza sobre una estructura, refleja una silueta actualizada del velón tradicional en acero corten, y está situado en la Avenida Miguel Cuenca Valdivia, sobre la glorieta ajardinada del Puente de Córdoba. Es un homenaje a los veloneros lucentinos que desde hace siglos fueron vendiendo estas piezas artísticas de pueblo en pueblo. Este objeto tiene sus orígenes en la época romana y posee algunas reminiscencias de la civilización hebrea, pues no en vano Lucena tuvo una etapa floreciente ligada a la cultura judía durante la Edad Media.

El velón es el símbolo de la ciudad y, según cuenta la leyenda, a la luz de un velón de Lucena el universal Miguel de Cervantes escribió El Quijote. El velón además es la base del eslogan promocional de la ciudad: «Lucena con Luz Propia». H