El hospital de alta resolución de Puente Genil trabaja en la mejora de la atención a los menores de hasta 14 años en las urgencias, mediante cambios arquitectónicos y nuevos protocolos de actuación en esta área, con el objetivo de proporcionar a la población infantil una asistencia sanitaria adaptada a sus necesidades y separada de la atención a los adultos. Esta semana se han iniciado las obras de adecuación del bloque de Urgencias para proporcionar privacidad y un espacio diferenciado a los menores que acuden a las urgencias del hospital, según informó ayer la Junta en un comunicado. Concretamente, se está llevando a cabo la separación arquitectónica de la atención a los niños, por un importe de unos 7.500 euros, sin incluir el mobiliario necesario, y está previsto que los trabajos concluyan a lo largo de este mes de noviembre.

Los trabajos de reforma van a dar lugar a la creación, por un lado, de un espacio común de observación con sillones y camillas en la zona de atención a personas adultas, así como la creación de otros espacios de atención a la población infantil que incluyen sala de espera, sala de observación dotada de camillas y sillones, y consulta médica.

Asimismo, en la fase posterior de diseño que incluye la decoración y elección del mobiliario del nuevo espacio de atención a la población de cero a 14 años en Urgencias se va a incorporar a los menores de la población del área de referencia del centro hospitalario para que participen en el diseño de su zona asistencial. Se prevé que, a lo largo del primer trimestre del 2018 los nuevos espacios estén acondicionados y en funcionamiento, así como todos los protocolos y procedimientos de atención en esta materia.

HUMANIZACIÓN

Según ha apuntado el director en funciones del hospital pontano y médico de urgencias, Pedro Castro, «estas mejoras van a permitir crear en el centro un espacio para la atención infantil independiente de la atención a los adultos y adaptado a las necesidades de su franja de edad».

«Estos cambios estructurales permitirán también el desarrollo de una estrategia de humanización en la atención infantil que facilitará el afrontamiento de los menores a los distintos procesos de enfermedad, las técnicas médicas y quirúrgicas necesarias o los tratamientos que actualmente pueden provocar un impacto negativo que dificulte su recuperación», ha afirmado Castro.