Este año ha sido muy especial para el Museo del Anís y su director, Anselmo Córdoba Aguilera. A los reconocimientos a su trayectoria se suman también premios a los productos de estas destilerías, como pueden ser las nuevas líneas de ginebras. Destilerías Duende, desde su fundación en 1908, ha sabido unir la centenaria historia de los anisados ruteños, que se remontan al siglo XVI, con la innovación y la adaptación a los gustos del público en cada época con diferentes licores y destilados. Anselmo Córdoba no olvida la tradición familiar, que se remonta a su abuelo. En 1994, él mismo incorporó a esta centenaria destilería el Museo del Anís, consiguiendo así aunar tradición y turismo. Hoy reconoce que la creación de otras iniciativas turísticas ha sumado sinergias hasta convertir a Rute en un pueblo de moda y se muestra optimista ante el potencial de la villa para atraer al turismo más allá de la campaña de Navidad.

-Como director del Museo del Anís, ¿está satisfecho de estos 23 años de trayectoria?

-Muy satisfecho. Porque mi vida laboral va unida a la familiar, creo que somos una de las dos familias en toda Andalucía que vive dentro de una destilería. Esto te da la oportunidad de compaginar familia y trabajo, por lo que la dedicación es total, los 365 días del año a una destilería y un museo en el que realmente vivimos. Y 23 años después, tenemos que decir que el Museo del Anís nos ha proporcionado momentos muy dulces, desde la visita de personajes famosos a las vivencias compartidas con muchos visitantes, con asociaciones, peñas y hermandades. También el contacto con un turismo internacional que cada vez nos visita más.

-¿Cómo surgió la idea de crear el Museo del Anís?

-Por una vocación turística. Acababa de terminar Graduado Social, aunque ya trabajaba como peón en la destilería, y tenía muy claro que quería ser turístico, reconozco que la carrera no me gustaba. Aproveché la tesina de fin de carrera, que se tituló La mancomunidad de la Subbética: un proyecto de futuro, para conocer todo el potencial de nuestra comarca, cuando, por ejemplo, el parque natural llevaba declarado solo seis meses. Con estos conocimientos, me convierto en el primer guía de turismo. Siendo alcalde de Rute Manuel Flores, este apuesta por crear la primera oficina de turismo de la provincia, donde comencé a trabajar, creando un banco de datos. Con este bagaje me di cuenta de que mi casa tenía recursos suficientes para poder montar una iniciativa turística, y no me lo pensé dos veces. Con una subvención del Leader de 500.000 pesetas de entonces (3.000 euros) hice las primeras obras y comenzamos con el museo. También me ayudaron bastantes ruteños, que aportaron muchas de las piezas de la colección. A partir de ahí comenzó nuestra andadura, debo reconocer que entonces ni mi padre creía en el proyecto, y ahora lo vemos consolidado.

-¿Se queda con algún momento vivido profesionalmente en estas dos décadas del Museo?

-Tendría miles de recuerdos, pero sin ir más lejos, la última de las visitas que hemos tenido ha sido la de Miguel Luque Naranjo. Fue un gran médico que tuvimos en Rute, ayudó mucho desde el Partido Comunista a los primeros años de democracia en nuestro pueblo; le acompañaba su esposa María Dolores, a ambos los quiero mucho. Fue una visita muy especial y ha sido de solo hace unos días, y con ella me quedo.

-Hoy, además del Museo del Anís, hay otros siete espacios museísticos locales. ¿Qué le parece?

-Para mí es un regalo. El hecho de que se sumasen otros atractivos como el belén de chocolate, o que Rute sea la meca de la chacina; también el esfuerzo enorme del Museo del Azúcar y sus monumentos y personajes. Esta constante innovación me parece encomiable. Y no quiero dejar atrás a nadie, incluidos nuestros hoteles y alojamientos rurales, que también trabajan por mantener turismo durante todo el año. En definitiva, comenzamos solos y hoy estamos muy acompañados, lo que me honra mucho.

-¿Cuál ha sido la clave para que en torno a 100.000 visitantes pasen por Rute cada campaña navideña?

-Una de las claves son todos los atractivos navideños. También suman otros municipios del entorno, como la plaza Nueva de Lucena en Navidad, Puente Genil con su iluminación espectacular, Cabra y su feria del aceite fresco, una iniciativa preciosa. La sinergia ha sido comarcal y andaluza, y esto hace que nuestra propuesta se fortalezca y lleguen miles de turistas.

-¿Ha tocado techo Rute con los 100.000 visitantes de la campaña de Navidad?

-Jamás se toca techo. Sí hay que tener presente que hay que mimar al turismo para que siga viniendo y creciendo en número. Y lo ha demostrado la crisis catalana, donde han perdido un 15% de turismo, cuando solo hace unos meses hablaban de saturación turística.

-Este año han llegado muchos reconocimientos. ¿Cómo los ha vivido?

-Ha sido el año de los premios. Creo que ha sido excesivo, pero lo hemos podido disfrutar tanto mi familia como todos los que formamos la empresa. El premio Cordobés del Año lo vivimos con todos los colaboradores y trabajadores de esta casa, estuve muy acompañado ese día. También ha sido muy especial para mí la medalla de la Diputación con motivo del Día de la Provincia. Después ha venido el reconocimiento a nuestra ginebra Gin Gay. Es importante porque somos los primeros consumidores del mundo antes que Reino Unido, que son los productores, y conseguir que te premien una ginebra a la calidad es una auténtica maravilla. Y no olvido los premios cosechados por nuestro patio. Estamos hablando de seis grandes premios en un año.

-En unas semanas acaba la campaña, ¿cuál sería el balance?

-Primero hay que hacer una valoración de los resultados de la misma, que aún no ha terminado. El puente de la Constitución y la Inmaculada ha sido maravillo. De momento, muy contentos por cómo marcha la campaña y de la colaboración de instituciones como el Ayuntamiento o la Diputación, sin olvidar el acto de presentación este año de la campaña, un acto bellísimo, con muchísimo público, con un 99% de presencia de las empresas turísticas locales. A los buenos resultados de visitas se suma la dinámica de trabajo entre todo el sector, que es muy buena. Hemos conseguido que Rute esté de moda, y ahí la gestión municipal ha sido excelente, desde la promoción al embellecimiento para estas fiestas, que es espectacular.

-¿Hay potencial para un turismo en otras épocas del año?

-Creo que el turismo ha pasado a ser un elemento más de la cesta de la compra, y este hábito del ciudadano de buscar otras experiencias nos va a beneficiar. Y esto se está notando ya, el director del hotel María Luisa ha calificado el verano de extraordinario. Tenemos una buena situación geográfica, a 40 o 50 minutos de los aeropuertos de Granada y Málaga, y somos multimillonarios en aromas, sabores y en paisajes, lo que se adapta a todos los visitantes. Tenemos recursos turísticos para reventar y en todas las épocas del año.