Parte de una nereida o ninfa del mar de época romana, que podría haber formado parte de una fuente decorada con conchas, piñas y animales marinos donada por el egabrense Rafael López al Museo Arqueológico Municipal han servido al Ayuntamiento de Cabra para descubrir, gracias a la colaboración ciudadana, la existencia de un posible yacimiento arqueológico de una villa rural romana de primer orden de la que no se tenía constancia hasta el momento.

Así lo ha explicado el delegado municipal de Cultura y Patrimonio, Javier Ariza, junto al director de museo, el arqueólogo Antonio Moreno, indicando que la existencia de la villa, ubicada en la zona norte del término municipal egabrense y en el entorno del arroyo de la Marcenilla, ha sido ya puesta en conocimiento de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

La pieza, que está siendo estudiada por especialistas de la Universidad de Barcelona por la rareza que presenta en su fisonomía, fue encontrada de forma fortuita en una zona en la que se han hallado desde la existencia de sillares a restos de cerámica y de columnas de épooca romana entre otros restos, añadía el arqueólogo, si bien en superficie no se han detectado restos de estructuras de muros pertenecientes a algún tipo de edificación.

De confirmarse, sería la segunda villa rural romana de importancia existente en Cabra junto a la del Mitra y para la que, según ha podido conocer este periódico de distintas fuentes, su declaración como Bien de Interés Cultural podría ser decretada por la Consejería de Cultura en las próximas semanas. Y es que como recordaba el arqueólogo, el término municipal de Cabra es muy rico en patrimonio arqueológico, ya que se tienen constatados unos 150 yacimientos, de los cuales unos 80 serían de época romana.

El hallazgo fue dado a conocer en el transcurso de la presentación de la donación de la pieza que Rafael López ha hecho al Museo Arqueológico Municipal, junto a otras donadas recientemente por fray Guillermo Triano, Miguel Martínez Ecija y Francisco Payar, encontradas fortuitamente y cuyo gesto agradecían tras calificarlos como "ciudadanos ejemplares", por lo que han invitado al resto de vecinos a hacer lo mismo.

Las piezas que estos últimos han donado al museo, que ha registrado 1.859 visitas desde su reapertura el pasado 28 de febrero, son un instrumento musical de viento y una jarra doméstica decorada de época andalusí; dos ánforas --una de época moderna y un fragmento de época romana-- y una pieza metálica de la iluminación doméstica del siglo XVIII procedente, según testimonio, de la casa de Doña Leonor de Guzmán.