Un hombre de 80 años de edad, cuyas iniciales son R.A.G., fue hallado ayer por la mañana muerto en su casa en Baena con signos de violencia. El anciano, conocido como Rafael el manquillo, vivía solo, desde que enviudó hace unos siete años, en una vivienda situada junto a un cuartel de Semana Santa, en la calle Palomarejo Bajo, número 6, donde fue encontrado el cadáver.

Según ha podido saber este periódico, los hechos se conocieron cuando, a las 11.50 horas, la persona encargada de llevarle la comida de un cátering, tocó a la puerta y, al no recibir respuesta, miró a través de la ventana situada a la izquierda de la puerta y vio los pies en el suelo. En ese momento pensó que se había caído y acudió a la Policía Local, que cuando entró descubrió el cuerpo tirado en el suelo boca arriba, con heridas en la cabeza y en un charco de sangre. Todo indica que recibió fuertes golpes en la cabeza. La televisión estaba puesta y la puerta cerrada sin llave. En ese momento llamaron a urgencias, aunque solo pudieron certificar la muerte. Finalmente, el levantamiento del cadáver tuvo lugar a las 18.00 horas y la Guardia Civil investiga el caso. En la casa estuvieron presentes la Policía Judicial y la científica. El funeral se celebrará hoy, a las 18.00 horas, en Santa María la Mayor.

Los vecinos describen a Rafael como un hombre «bueno» que ayudaba a todo el mundo con lo que podía. Algunos cuentan que hace solo dos meses le entraron a robar por la ventana. Otros añaden que hace unos años fue por el patio, que tiene los muros muy bajos. Añaden que durante el día tenía siempre la puerta abierta porque era un hombre muy sociable. Explican que cuidó de su mujer los años que estuvo enferma y que ahora estaba solo. Otros vecinos cuentan que hace un tiempo estuvo ingresado porque se puso enfermo y pasó unos días en una residencia que abandonó porque prefería estar en casa. Desde el día 18 de este mes de abril comenzaron a llevarle la comida de una cátering gracias a Asuntos Sociales. Rafael no tenía hijos y tiene un hermano en Lérida. Sí tenía contactos con algunos sobrinos y una prima.

Mientras se investiga el caso, los vecinos del barrio de la Almedina, en la zona de Arco Oscuro, lamentaban la muerte de un hombre «muy bueno y confiado». Y apuntan a que ha podido ser el robo el móvil del suceso.