El sargento de la Guardia Civil del puesto de Iznájar, con la colaboración de una enfermera, han salvado la vida a un hombre que sufrió una parada cardiorrespiratoria durante la celebración anual de la procesión de la Virgen de la Piedad, patrona de Iznájar. El sargento, que estaba junto a las autoridades locales del municipio, observó como un varón había caído al suelo de forma súbita.

Inmediatamente, el guardia civil se trasladó al lugar donde había caído esta persona y comprobó que no respiraba, por lo que lo colocó en posición decúbito lateral, sacándole la lengua para que no se asfixiara. Al observar el estado de la víctima y que no reaccionaba a los estímulos practicados, no recuperaba la conciencia y estaba perdiendo el pulso, lo colocó en posición boca arriba liberándole la vía aérea, dejándole la garganta libre, colocándole posteriormente un tubo de guedel, que se le solicitó al personal de Protección Civil.

Seguidamente, con la ayuda de una enfermera que se encontraba en las inmediaciones, que también acudió a auxiliar a esta persona, procedieron a realizarle la maniobra de reanimación cardiopulmonar, mediante la maniobra de compresión torácica y ventilación boca a boca. Mientras se le estaba practicando el masaje cardiaco y la respiración artificial, en la que la persona auxiliada seguía sin pulso, se le procedió a colocar un desfibrilador, siendo utilizado por la enfermera, al mismo tiempo que se continuaba con la maniobra de reanimación, ayudado por otra persona con conocimientos de enfermería.

Tras 50 minutos en parada cardiaca la persona auxiliada empezó a recuperar el pulso, por lo que fue trasladado en ambulancia al Hospital Infanta Margarita de la localidad de Cabra y posteriormente al Hospital General de Granada, donde quedó ingresado.

La inmediatez en la atención y la capacidad para reaccionar de forma rápida y eficaz del guardia civil y de la enfermera han permitido evitar el fallecimiento de esta persona y conseguir, tras 50 minutos de maniobra de reanimación, salvar la vida de la misma.