La importancia socioeconómica que el Geoparque de la Subbética está tomando desde su declaración como tal por la Unesco en el año 2006 y su integración en las redes Europea y Mundial de Geoparques se viene ratificando no solo por las iniciativas que distintas administraciones están adoptando para potenciar el desarrollo y progreso de la zona teniendo presente dicho recurso, sino también por las cada vez más numerosas apuestas que en esa misma dirección se hacen desde el ámbito ciudadano y empresarial.

Así quedó puesto de relieve en el transcurso de la reunión que la junta rectora del Parque Natural celebró ayer en el centro de visitantes Santa Rita en Cabra. El delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Francisco Zurera, destacó la labor de asesoramiento a empresas interesadas en crear productos de este espacio natural, con el fin de estrechar vínculos con las entidades de la zona y que el geoturismo sea una herramienta de desarrollo económico y de promoción de la Subbética.

Para ello, Zurera destacó el interés del parque por estrechar vínculos con las empresas locales para que el geoturismo adquiera solidez en la zona y se incremente la visibilidad del patrimonio natural y cultural de dicho espacio natural, ya que ello repercutirá en la economía de la comarca.

Precisamente en los últimos meses, en esa misma línea han destacado distintas jornadas y congresos, como el que con carácter internacional se celebró en Cabra en el mes de octubre del pasado 2013 y donde cerca de 300 especialistas y gestores de los 36 geoparques europeos analizaron y debatieron las posibilidades que se presentan a estos productos turísticos de primera magnitud y en los que vienen trabajando durante los últimos años.

De igual forma, en el mes de junio pasado el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente aprobó la ejecución del proyecto transnacional de cooperación Geoempleo, coordinado por el Grupo de Desarrollo Rural de la Subbética y con un presupuesto de un millón de euros. Este contempla una serie de acciones formativas dirigidas especialmente a guías en geología y gestores técnicos, un intercambio de experiencias con socios transnacionales con experiencias exitosas en este ámbito del geoturismo y la educación en geodiversidad.

Este proyecto, que se prevé que tenga gran repercusión socioeconómica, cuenta con la participación de trece grupos de desarrollo rural de Andalucía, Aragón, Castilla y León, Castilla la Mancha, Extremadura, Galicia y País Vasco, junto a otros dos de Rumanía.