El vicepresidente primero y delegado de Hacienda y Desarrollo Económico de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, ha afirmado que "quien diga que lo público es un error se equivoca", es más, a su juicio no tiene sentido "demonizar" lo público, ni tampoco lo privado, sobre todo cuando, según ha señalado, la gestión pública es "infinitamente más útil" desde la "convivencia" con el sector privado.

En una entrevista concedida a Europa Press, Fuentes ha llegado a esta conclusión después de analizar la Reforma de la Administración Local que promueve el Gobierno de la Nación, sobre la que, en su opinión, "se están montando debates interesados y no con muy buena fe" sobre lo que implica dicha reforma, en torno a la que, según entiende, "se ha hecho un gran esfuerzo por el consenso", buscando con la misma "evitar duplicidades y aprovechar las economías de escala, para prestar más servicios con menos recursos".

En cuanto a aquellos que sostienen que la Reforma Local "conduce a la privatización" de servicios públicos, Fuentes ha recordado que cuando el PP llegó al gobierno de la Diputación en 2011 "prácticamente estaba todo privatizado, de modo que los que descubrieron la privatización y alardeaban de lo público son los que ahora critican la Reforma Local hablando de la amenaza de privatización".

En este punto, el vicepresidente primero de la Diputación ha querido dejar claro que, para él, "el funcionamiento de las administraciones públicas es infinitamente más útil propiciando la convivencia de lo público y lo privado", razón por la que Fuentes no ve sentido a "demonizar lo público, ni tampoco lo privado", dado que "es perfectamente compatible su convivencia", con el objetivo de "dar utilidad a los impuestos que pagan los ciudadanos".

En consecuencia, para Fuentes "la empresa pública tiene un sentido enorme, y también lo tiene la privada", razón por la que no caerá "en el error de demonizar ni una cosa, ni la otra", puesto que "una se sustenta con dinero público, que pagan los ciudadanos con sus impuestos, y la otra con dinero privado, que también pagan los ciudadanos, de modo que lo que hay que hacer es hacerlas rentables social y económicamente".

Así se llega a la conclusión de que "quien diga que lo público es un error se equivoca", lo cual implica que "hay esferas donde lo público debe estar y otras en las que lo privado es perfectamente compatible con lo público, porque hace infinitamente más eficaces los recursos que aportan los ciudadanos para el mantenimiento de los servicios públicos".

Por eso, según ha razonado Fuentes, no se entiende ahora el discurso sobre el riesgo de privatización de servicios públicos que afirman los socialistas que conlleva la Reforma Local, pues, cuando el PSOE salió del gobierno de la Diputación en 2011 "tenía las depuradoras externalizadas y el abastecimiento de agua tenía un porcentaje muy alto de privatización"

Esto quiere decir, según ha subrayado Fuentes, que "los mismos que tenían privatizadas empresas públicas y externalizados servicios puntuales son los que dicen ahora que viene el PP con la reforma", lo cual "es un discurso absolutamente malintencionado, porque no es verdad", de hecho, "se ha dado la paradoja en la Diputación de que el gobierno del PP ha rescatado servicios para la gestión pública".

APLICACIÓN DE LA REFORMA LOCAL

Ello, en la nueva tesitura que supone la Reforma Local, implica que ya se esté trabajando en los ayuntamientos y en la Diputación, "con los interventores y secretarios" generales, "para buscar salidas coherentes y sensatas en la aplicación de una ley" que hacía falta, "para evitar duplicidades, para que cada administración tuviese unas competencias y para que se responsabilizase de las deudas a las administraciones que son titulares de las competencias", pues ahora se da el caso, según ha precisado, de que la Diputación "tiene que adelantar dinero de sus propios recursos para la prestación de servicios que competen a la Junta de Andalucía".

A este respecto, Fuentes ha subrayado que "la crisis nos ha enseñado que "el gratis total se ha acabado, y ahora la gente está mirando por el euro como nunca, también los gobernantes", de forma que "ya no tiene sentido la duplicidad, ni mantener estructuras que son obsoletas" y que "hay que evaluar si sirven para algo", como es el caso de las mancomunidades, razón por la que hay que seguir la máxima de que "no todo vale, que las cosas tienen un precio y que, por ello, tenemos que ser eficaces en la gestión de los recursos públicos, para llegar a administrar más servicios con menos recursos, y por eso la convivencia público-privada es vital".