Esta semana finalizarán los trabajos de la tercera campaña de excavaciones del yacimiento íbero del Cerro de la Merced en Cabra, que se ha llevado a cabo durante julio. El director de los trabajos, el arqueólogo Fernando Quesada, destacó la importancia del yacimiento y la actividad desarrollada en el recinto, así como su estructura, con una compleja articulación interior. Además, este año la excavación ha continuado con el estudio de los muros exteriores construidos con grandes bloques de piedra, que alcanzan una altura de unos dos metros y medio. Quesada señaló que quedan perfectamente constatados tres períodos principales de ocupación del cerro. Una primera en la Edad del Bronce, anterior al 2000 a.C. Posteriormente, una primera fase ibérica (siglos V-III a.C.), cuando romanos y cartagineses aún no habían llegado a la península. De ese período hay restos de un monumento, probablemente conmemorativo, con sillares tallados con frisos y cornisas curvas y grandes muros. Una de las novedades es que se ha comprobado que, posteriormente, hacia el 125 a.C., se construye un gran recinto fortificado con piedra tallada, a su vez dentro del recinto fortificado ya existente. El arqueólogo destacó el hallazgo de restos de cerámica campaniense, piezas importadas de otras regiones, que indica la importancia de ese centro de poder. El tercer período de ocupación constatado sería la Edad Media, unos mil años después (siglos IX-XI d.C.).

"Los objetivos de esta campaña se han cumplido. El hallazgo de restos cerámicos nos ha llevado a precisar y mantener la cronología propuesta y las fases de ocupación del cerro. Además, se ha confirmado la sospecha que teníamos de que había una estructura interior del recinto, con numerosas estructuras constructivas, y lo sorprendente es la excelente conservación de estos espacios, con la confirmación de que el recinto tenía dos pisos. En tercer lugar, la comprensión del papel que jugó este recinto en una región donde juega un papel de control del territorio muy relevante", explicó.

El Ayuntamiento de Cabra está respaldando económicamente estos trabajos. El yacimiento es propiedad municipal desde el año 2006.