Un corrimiento de tierra debido a arcillas expansivas en la ladera sobre la que se apoya la carretera CO-8205 parece confirmarse como el origen del hundimiento de la calzada que se produjo hace unas dos semanas en esta vía que une los términos de Almedinilla y Priego y que obligó a cerrarla el pasado miércoles. "Todo hace indicar que el desplazamiento de tierra, que ha afectado incluso a la casa de un particular, tiene que ver con el subsuelo de la carretera, a base de capas de arcilla expansiva", explicó el delegado de Carreteras y Vivienda de la institución provincial José Antonio Fernández, quien recalcó asimismo que las últimas lluvias "han venido a agravar esta circunstancia".

El portavoz del equipo de gobierno, también presente en la rueda de prensa en la que se dieron a conocer los asuntos tratados en la junta de gobierno, destacó "la necesidad de intervenir lo antes posible" en esta carretera, ya que el hundimiento, de hasta metro y medio en algunas partes, afecta a una población de en torno a 1.000 habitantes de las aldeas de Fuente Grande, La Poyata, Brácana, Venta Valero y Las Navas, así como a tres almazaras.

José Antonio Fernández señaló que, pese a la necesidad de intervenir urgentemente, se han encargado varios estudios geotécnicos de la zona, "ya que tenemos que asegurarnos una buena actuación que garantice la solución al problema de esta vía".

El corte afecta al tramo comprendido entre los puntos kilométricos 1,3 y 4,7, en el paraje conocido como Las Haberas, en término municipal de Almedinilla y el deterioro, según informaron la semana pasada fuentes del Ayuntamiento, ha sido muy rápido desde que se advirtieron las primeras fisuras.

De momento, y hasta que la circulación se pueda restablecer, el tráfico está siendo desviado por la carretera CO-8203, la antigua carretera de acceso a las aldeas de Brácana y Venta Valero, que presenta un trazado sinuoso y muy estrecho en algunas zonas, además de grandes deficiencias en el pavimento.