La extracción explicada por parte del industrial jamonero jarote Antonio Escribano de las mantas de tocino, el espinazo, las presas, los secretos, los lomos o los jamones del cerdo fue seguida ayer por más de 4.000 personas en la carpa instalada por el Ayuntamiento junto al pabellón municipal en la Fiesta de la Matanza y la Artesanía Popular de Villanueva de Córdoba. Ante los vecinos y visitantes, y mientras dos matarifes iban despiezando el cerdo, Antonio Escribano relató cómo con el espinazo se cocina la chanfaina, un guiso que se cuece con los despojos óseos y de menor valor del cochino y que a su juicio es "una exquisitez", o cómo en las matanzas se comía el molondrosco, la carne aliñada que luego se embute para la morcilla.

Isabel Gómez Cantador, nombrada ayer matancera mayor, a sus más de 80 años, se animó a realizar una tarea que en su vida laboral le tocó hacer en innumerables ocasiones y participó en el deshuesado, picado y aliñado de las carnes "en su punto exacto", que luego fueron convenientemente embuchadas en sus tripas de chorizo, morcilla o salchichón.

Esta vecina veterana reconoció que "es un honor y un reconocimiento que me llena de orgullo porque yo he sido una persona humilde que ha trabajado siempre en la matanza", que era "la forma que teníamos que vivir".

Por su parte, el empresario local Eusebio Chinarro, conocido como Tío Eusebio, pregonó la fiesta glosando su vinculación con esta industria, siendo uno de los primeros jamoneros que se instalaron en el actual polígono cárnico, y resaltó los valores de un animal tan importante para la economía de las familias como es el cerdo, del que dijo "es santo y seña de Villanueva de Córdoba y de Los Pedroches".

El alcalde, Francisco Javier Arenas, puso de relieve que, como "la artesa y la artesanía van de la mano", 30 empresas participaron en la fiesta de la artesanía y destacó las degustaciones, visitas guiadas, la música tradicional de Jara y Granito, el baile de jotillas de las alumnas de la Escuela Municipal de Baile, la actuación de la charanga Pata Negra y el teatro callejero de El Espejo Negro y hasta un concurso de cocina matancera.