El yacimiento de La Losilla, situado en el término municipal de Añora, será objeto de un estudio arqueológico en una campaña que se inicia el próximo lunes y culmina el 26 de este mes de septiembre. Un equipo de investigación dirigido por Fedor Schlimbach y compuesto por miembros del Instituto Arqueológico Alemán, el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, la Universidad de Heidelberg con el apoyo del Instituto de Historia del Arte y Arqueología Cristiana y Bizantina de la Universidad de Göttingen, junto con el Aula de Patrimonio de la Universidad de Córdoba, se encargará de los trabajos.

El yacimiento de La Losilla ha sido calificado por los directores del proyecto en el blog Solienses que edita Antonio Merino como "uno de los yacimientos más interesantes a nivel científico de Andalucía en época visigoda". Los trabajos serán financiados por el Instituto Arqueológico Alemán y cuentan con el permiso de la Junta, el apoyo del Ayuntamiento de Añora y la colaboración del propietario de la finca.

En 1994 el arqueólogo pozoalbense Antonio Arévalo, con la colaboración del alcalde de Añora, Bartolomé Madrid, y un grupo de voluntarios realizó una excavación en esta zona ideada para documentar lo que se creía una necrópolis destruida. Tras toparse con un muro llegó a la conclusión de que se encontraba ante lo que parecía el ábside de una iglesia de época visigoda por su orientación y forma. Con esta certeza, paralizó el proyecto para replantearlo y continuar con los medios económicos suficientes. Medios que no llegaron aunque el arqueólogo ha intentado en varias ocasiones retomar el proyecto. Ahora, a raíz de la elaboración de la tesis doctoral de uno de los miembros del equipo que abordará el proyecto, se estudiará en profundidad el yacimiento.

Como explican el director y el codirector de los trabajos en Solienses, esta primera campaña no será de excavación sino una aproximación a un yacimiento excavado parcialmente. Revisarán lo que se hizo y sacarán nuevos datos. El destino de la primera actividad es la documentación y la evaluación de los hallazgos. Una vez terminada la campaña se cubrirán los cortes de las excavaciones realizadas en la década de los 90 para evitar daños. Si se realizaran nuevas excavaciones, y dependiendo de la calidad de las estructuras que aparecieran, se podría perseguir una musealización del yacimiento.