Un empresario se enfrenta a tres años de prisión por la muerte en accidente laboral de un trabajador que cayó desde siete metros de altura en una nave industrial de Luque. Los hechos ocurrieron en julio del 2007 cuando se encargó a la víctima que limpiara de cascotes un canalón, pisó una placa del techo que se rompió y cayó al suelo, muriendo en el acto.

Según el fiscal, el acusado, "máximo responsable de que se cumplan las normas de prevención" envió a la víctima a ejecutar un trabajo "para el que no estaba preparado y con ausencia de medios adecuados".