Desde la tarde de ayer se encuentra la Virgen de Luna en Pozoblanco, donde permanecerá hasta el domingo de Pentecostés. La jornada de ayer amaneció fría, a las siete de la mañana había 4,5 grados bajo cero y 0,5 grados a las diez y media, pero la gélida temperatura no impidió a los pozoalbenses acercarse a la Jara, unos a pie y otros en cualquier tipo de vehículo, para recoger a su patrona que partió hacia el muncipio sobre las tres y cuarto de la tarde para ser recibida por las autoridades y los pozoalbense en el paraje del Arroyo Hondo en torno a las siete menos cuarto de la tarde.

En este lugar, que ha cambiado su fisonomía por una rotonda construida por el equipo de gobierno y que ha sido adornada para la ocasión con plantas autóctonas y una pequeña encina, la imagen recibió las llaves de los Sagrarios de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba de manos del alcalde, Pablo García, mientras los más pequeños ofrecían su hornazo a la Virgen, el dulce típico compuesto por huevos de colores y figuritas con una torta decorada, que los padrinos regalan a sus ahijados para la ocasión . Minutos más tarde y ya ante las puertas del Ayuntamiento el primer edil le entregó el bastón de alcaldesa perpetua para terminar con la entrada en la iglesia de Santa Catalina donde permanecerá hasta su marcha.

El de ayer fue un día para reunirse al calor del fuego, que se encendía para calentarse y preparar la comida, porque ni siquiera las bajas temperaturas impidieron que muchos pozoalbenses decidieran llevarse su cestas al santuario para compartir con amigos y familiares los manjares de la tierra: el exquisito lomo de la orza, el chorizo y la morcilla de la matanza, el jamón de Los Pedroches, el vino de la tierra y la tortilla de patatas entre otras delicias.

DIA DE EMOCIONES Este 12 de febrero ha sido especial para Vicente Calonge y Emilio Serrano, dos nuevos hermanos de la Virgen que juraron bandera en el transcurso de la Eucaristía. No lo ha sido menos para Diego Cebrián , Florencio Andrés Moreno y José Ageo Muñoz, que recibieron las medallas que les reconocían sus 50 años como cofrades. Protagonistas fueron igualmente el hermano Francisco Ramírez al que se le impuso una medalla de plata por 25 años al servicio de la Virgen. Paralelamente obtuvieron su diploma de jubilados Eusebio Fernández, Juan Clímaco Lopera y Bartolomé Sánchez, éste último a título póstumo ya que falleció el pasado año. Quien tampoco olvidará esta romería será Antonio María Cabrera, un pozoalbense asentado en Lucena que el sábado por la noche pronunció el pregón que anunciaba la fiesta, en el que hizo el camino de Pozoblanco al Santuario narrando sus vivencias y reflexiones en torno a esta fiesta.

Por otro lado, y a pesar del buen ambiente, ayer hubo que lamentar en el entorno del santuario un accidente en el que Carmen R. M. natural de Pozoblanco, pero con residencia en Córdoba, resultó herida con traumatismos en el cuello y cervicales, según fuentes familiares, al ser arrollada por un ciclomotor conducido por un joven que derrapó a la altura de donde se encontraba la mujer, que fue traslada al hospital comarcal.