La sentencia del Tribunal Supremo (TS) sobre la ilegalidad de almacenamiento de residuos nucleares en El Cabril durante 1987 y 1989 "llega tarde", según el dirigente ecologista José Larios, quien amplía esta situación irregular hasta 1961, "cuando estos productos se almacenaban de cualquier manera en la mina Beta". Como se recordará, el fallo carece de efectos prácticos, pues a finales de 1998 estos residuos --que provenían de las centrales nucleares de Zorita y Garoña-- fueron trasladados a unas nuevas instalaciones dentro del mismo recinto.

Larios interpuso la denuncia hace 14 años en nombre de la asociación Aedenat, hoy integrada en el colectivo Ecologistas en Acción, y según ha explicado a este diario "hemos demostrado que todas las actuaciones que se llevaron a cabo en El Cabril hasta 1992, cuando cambió la ley, estaban en la ilegalidad y así se sigue operando". Así mismo, recuerda que "estamos hablando de residuos nucleares, del Estado y de una empresa pública".

A pesar de que el TS les dé la razón, Ecologistas en Acción no va a recurrir una resolución posterior, pues "no vale mucho la pena", dijo Larios, añadiendo que "más no se puede hacer".

INGENIERIA JURIDICA

Además, ha alertado sobre el convenio que tienen en cartera el Ayuntamiento de Hornachuelos y Enresa, "que va a multiplicar por cinco las instalaciones de El Cabril, además de atribuirse esta empresa la competencia de almacenar residuos a su antojo en los próximos 10 años dejando a un lado la opinión del ministerio y del Congreso de los Diputados", por lo que este acuerdo "levanta suspicacias al ser una obra de ingeniería jurídica".

Por su parte, el portavoz de esta asociación, Sebastián Moreno, expuso que la resolución del tribunal confirma que "esos residuos no debían estar allí" y que "estamos hablando de la salud de muchos cordobeses".

El abogado Rafael Sarazá, que intervino en las actuaciones legales, indicó que aunque Enresa se apresuró a señalar que la sentencia no tiene efectos prácticos, "demuestra que han actuado ilegalmente y que nuestra lucha no es fallida", circunstancia que "nos da moral para continuar".

Por último, Larios abundó en que las instalaciones actuales de El Cabril pueden estar incumpliendo la legalidad, ya que están diseñada para aguantar trescientos años, cuando se están almacenando residuos, como el radio 226 o el americio 241, de la familia del plutonio, cuya vida radiológica es de hasta 1.200 años.

El ecologista dijo que ahora se almacenan unos 100.000 bidones y se prevé que el parque nuclear español genere alrededor de 1.200.000, "que vendrán a El Cabril si no se impide", según informa Efe .