La Plaza de la Merced despidió anoche los actos centrales de la Fiesta de la Vendimia con una de las citas más consolidadas de esta celebración: el Concurso de Destreza en el Oficio, organizado por el Consejo Regulador de Montilla-Moriles y por la hermandad de la Santa Cena.

Varios participantes, algunos con apenas la edad suficiente para alcanzar el barril, subieron anoche al escenario instalado junto a la «iglesia chica» para mostrar su destreza con la venencia, un viejo oficio que surgió con la idea de comprobar el estado de los caldos que se criaban en las bodegas de botas y que, de un tiempo a esta parte, «se está imponiendo casi como una moda en eventos gastronómicos y sociales», tal y como explicó a CÓRDOBA el venenciador profesional José Carlos Márquez Galindo, que ha dedicado la mitad de su vida a este curioso menester que permite extraer una pequeña cantidad de vino sin dañar la capa superficial de las botas al objeto de catalogar su calidad y su estado de conservación. No obstante, con el paso del tiempo, esta forma de extracción del vino ha sido sustituida por otras técnicas más modernas, quedando relegada a eventos especiales o ferias profesionales.