La segunda jornada de Ars Olea se inició con el desayuno molinero en la carpa de Virtus Iulia, al que asistieron más de doscientas personas, que disfrutaron del bacalao y del café. La apertura de la Sala Villa-Toro, con la exposición de más cien obras donadas por el autor, marca la impronta cultural de la jornada, pero además es con vocación de permanencia. El autor excusó su asistencia por motivos de salud, enviando una nota de agradecimiento por las muestras de cariño. El alcalde agradeció al pintor castreño su generosidad y anunció que en los próximos meses se abrirán otras salas de arte en el barrio de la Villa.

Marisa Ruz, presidenta de la Fundación Botí, dijo que el «arte como la artesanía ayuda a comunicar y a transmitir conocimiento, para reflexionar juntos para construir un lugar mejor que el que hemos heredado». Por otra parte, Antonio Morales, como coordinador del montaje, hizo un recorrido por la obra de Antonio Villa-Toro.

La jornada, que contó con la presencia del coordinador de IU-CA, Antonio Maíllo, siguió con la gran huevada, con el patrocinio de la D.O. Aceites Baena y la empresa local Ahuevo, a la que asisten varios centenares de personas. Casi al unísono en la carpa de la Ruta de Blas Infante, los alcaldes de Castro y Coria presentan una ruta y su mascota, Don Dima. En la jornada del sábado ha estado también muy presente el flamenco con la participación de cantaores de la Peña Flamenca y la actuación estelar en el castillo del cantaor Juan Pinilla.