La cosecha de aceituna se ha reducido en Lucena un 65% con respecto a la del pasado año. Fuentes de los olivareros y de las cooperativas han puesto de manifiesto que esta cosecha probablemente no llegue a alcanzar ni siquiera los 35 millones de kilos de fruto, mientras que la del pasado año se situó en 100 millones.

Los olivareros destacan que en esta paupérrima cosechan han influido fundamentalmente dos factores. Por una parte, la tradicional vecería, que hace que los árboles descansen tras un año de gran carga como fue la pasada cosecha. Además están los problemas derivados del calor anticipado que asoló en primavera el campo lucentino, unas temperaturas que arrasaron la floración de la aceituna y que ya entonces hacían temer sus nefastas consecuencias.

Estos pésimos datos de cosecha de aceituna se están traduciendo en la pérdida de miles de jornales en el olivar y se reflejan en los datos generales de empleo de la ciudad, que no dejan de descender, pese a la cierta recuperación que se observa en otros sectores de la economía.

Los olivareros muestran su preocupación asimismo por la adversa climatología de este año, que está siendo escasa en lluvias en el campo lucentino, donde en las últimas semanas apenas se han registrado precipitaciones y esperan que esta situación pueda mejorar en febrero hasta llegar a un acumulado algo más normal para estas fechas.

El sector agrario en general y el olivar en particular son claves para la economía lucentina. El término municipal ha superado las 30.000 hectáreas de superficie de olivar, lo cual deja claro el peso de la actividad. Los olivareros y almazareros esperan que la rentabilidad de estas actividades en torno a la aceituna pueda mejorar con el desarrollo de la nueva Denominación de Origen, pese a que la zona es de las más castigadas esta cosecha.