La Mesa del Regadío de Córdoba acordó ayer pedir reuniones con la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, y con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Antonio Ramón Guinea, para plantearles la demanda del campo cordobés de incrementar su superficie de regadío ante lo que consideran un «déficit histórico». El delegado provincial de Agricultura, Francisco Zurera, aseguró ayer que Córdoba «necesita más agua para regar más hectáreas». Por eso, también llevarán sus reivindicaciones a la Junta de Andalucía y a los principales grupos políticos. «Hablar de agua en el campo es hablar de futuro y la agricultura necesita nuestro apoyo», indicó.

En este sentido, el presidente de Cooperativas Agroalimentarias en Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta, recordó que el objetivo de esta mesa es conseguir más regadío para Córdoba. «Hay que explorar todas las posibilidades, porque en aquellos territorios donde llega el agua, llega la riqueza y se genera empleo», indicó. Por eso, pidió unanimidad de todas las administraciones en la demanda de Córdoba. Asimismo, el presidente de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, recordó que Córdoba solo riega el 16% de su superficie cultivada, lejos del porcentaje de otras provincias como Jaén o Sevilla. Para conseguir más superficie, Fernández de Mesa consideró que hay que manejar «todas las posibilidades disponibles», para lo que exigió una administración del agua más ágil y eficiente, impulsar la creación de pequeños embalses y reutilizar los recursos que no se están aprovechando.

Del mismo modo, la secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero, indicó que es que necesario «una mejor distribución y aprovechamiento de las aguas». Quintero lamentó que se estén «derrochando» las aguas invernales y reivindicó un mejor aprovechamiento del agua.

Por último, el secretario provincial de UPA, Miguel Cobos, advirtió de que los efectos del cambio climático «ya los tenemos aquí, con inviernos más secos, temperaturas más altas, por lo que la agricultura necesitará el agua como elemento de cohesión territorial». Por eso, junto a los 20 hectómetros cúbicos del agua regenerada de las depuradoras que habrá para toda Andalucía, «hay que aprovechar las aguas de escorrentías, hacer microembalses y una nueva gestión del uso del agua». Del mismo modo, volvió a insistir en la necesidad de que el agua no se trasvase a otras provincias.