La paulatina pérdida de la superficie de viñedo continúa siendo una de las principales preocupaciones para el sector del vino en Andalucía. En el caso de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, se traduce en una reducción próxima al 75 por ciento en las últimas cuatro décadas.

La falta de rentabilidad para los viticultores a causa de la continua devaluación del precio de la uva, unida al descenso del consumo del vino -una tendencia que solo tuvo un leve respiro el pasado año, después de varias décadas en caída libre, según los datos del Observatorio Español de los Mercados del Vino- han causado la desmoralización de un sector que, como en otros puntos de España, ha apostado por el arranque de cepas o por el cambio de cultivo, en este caso a favor del olivar.

Los últimos datos facilitados por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural constatan que la DOP Montilla-Moriles cuenta en la actualidad con 5.052 hectáreas de viñedo repartidas entre los 17 municipios que forman parte del Consejo Regulador, una cifra muy alejada de las cerca de 23.000 hectáreas que se computaban a primeros de la pasada década de los ochenta o de las 17.000 que se contabilizaban en el marco vitivinícola cordobés al inicio de los noventa.

Con todo, la preocupación no se ciñe exclusivamente a los viticultores de la zona Montilla-Moriles. El Consejo Sectorial de Vino de las Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía -que aglutina a 35 entidades que copan la mitad de la producción de vino en la región- alertó en su última reunión sobre la pérdida de hectáreas que, en Andalucía, se sitúan actualmente en las 26.525, frente a las 30.628 que se contabilizaban hace solo siete años, lo que supone un descenso de más del 13 por ciento.

Como nota positiva, la entidad subrayó no obstante que más del 58 por ciento de la superficie de viñedo que existe en Andalucía se encuentra amparada bajo alguna figura de calidad, siendo las más importantes, por área certificada, las denominaciones Jerez-Xères-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar, Montilla-Moriles y Condado de Huelva.

En cuanto a producción de vino, la comunidad autónoma representa alrededor del 3 por ciento nacional, según las campañas, aunque «de una excelente calidad y diferenciación que debemos saber poner en valor tanto en los mercados interiores como exteriores», tal y como subrayó José Espina, presidente del Consejo Sectorial de Vino de las Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía. Por ello, la entidad recibió «muy positivamente» el reciente compromiso de la Consejería de Agricultura acerca de la necesidad de impulsar la promoción de los vinos andaluces en los puntos de venta y en los canales de hostelería y restauración, así como el anuncio de una nueva línea de ayudas a la promoción y a la comercialización de vinos en terceros países.