El alcalde de Montoro, José Pérez Romero (PSOE), ha informado de que el nuevo equipo de gobierno en el Ayuntamiento va a iniciar en breve los trámites para proceder a restaurar la popular Fuente de las Herrerías y que el objetivo de dicha actuación será integrar la antigua galería de conducción de aguas --que apareció hace unos días tras su derrumbre-- dentro de la misma infraestructura hidráulica. Esta fuente sufrió fuertes daños tras los desprendimientos ocurridos el pasado mes de abril, hasta el punto de que tuvo que ser delimitada por el Consistorio para evitar el paso de los vecinos por la peligrosidad que revestía la ladera en la que se encuentra asentada. Asimismo se ha asegurado el vial para evitar posibles daños personales y materiales.

En estos momentos se está llevando a cabo la retirada de las piezas de piedra para que no se sigan cayendo y se puedan utilizar en la futura restauración de la zona afectada.

Esta actuación se está ejecutando a través de un plan de emergencia en el que se han invertido fondos propios. También se ha retirado el escudo, que es de la época de los Reyes Católicos, por lo que que tiene un importante valor histórico. Pérez Romero afirma que se está procediendo a la limpieza y restauración del mismo. El regidor montoreño aclara que "esta galería que ha aparecido tiene la función de recoger las aguas que van hacia el pilar, por lo que la idea es la reconstrucción y posible integración de dicha galería en la nueva composición de la fuente".

El regidor montoreño matizó que "en principio hay que valorar cómo se hace esta mejora de la ladera, la recuperación de la fuente, así como quién lo hace, una vez que los técnicos han evaluado el estado de la zona afectada".

Desde el año 2009 el Ayuntamiento de Montoro ha llevado a cabo diferentes planes de actuación en distintos puntos de las laderas de la localidad que dan hacia el río Guadalquivir, donde periódicamente se vienen produciendo este tipo de desprendimientos debido a la peculiaridad de este pueblo, asentado sobre un monte de arenisca. De hecho, las zonas más afectadas han dado la cara, sobre todo, en épocas de fuertes lluvias, que han erosionado el terreno.

La fijación de estas laderas trata de evitar el desplome de viviendas situadas sobre la misma, ya que en esta localidad es característico el asentamiento de casas y edificios, denominados "colgantes", que miran hacia el Guadalquivir.