El Ayuntamiento de Montilla y Endesa han iniciado esta semana las labores de soterramiento del cableado eléctrico de la Plazuela de la Inmaculada, una actuación que venía siendo demandada por los vecinos de la zona centro desde hace más de veinte años y que será posible atender gracias al proyecto de remodelación del último tramo de la calle Corredera.

La teniente de alcalde de Servicios, Obras Públicas, Medio Ambiente y Agricultura, Raquel Casado, y la responsable municipal de Urbanismo y Modelo de Ciudad, Alicia Carmona, explicaron ayer que los trabajos se han iniciado tras «meses de negociación» con las diferentes compañías «para dar respuesta a una petición vecinal que, desde hacía años, venía solicitando eliminar el impacto visual que provocaba este cableado».

De este modo, el pasado miércoles Endesa inició los trabajos para soterrar sus infraestructuras y, en los próximos días, el resto de compañías que prestan servicios de alumbrado público y telecomunicaciones harán lo propio. «El objetivo es que todo el proceso finalice antes de Semana Santa», indicaron las dos ediles, que hicieron hincapié en que «las actuaciones están siendo posibles gracias a las gestiones realizadas durante los últimos meses por parte del equipo de gobierno y por los servicios técnicos del Ayuntamiento».

Los trabajos contarán con una inversión de 4.235 euros y siguen la línea de trabajo iniciada el pasado mes de agosto en La Toba, cuando un acuerdo a tres bandas entre el Ayuntamiento, Endesa y la asociación de vecinos Gran Capitán permitió dar respuesta a una de las demandas históricas de la barriada: el soterramiento del cableado eléctrico.

Entonces, la presidenta del colectivo vecinal, Antoñi Ramírez, mostró la satisfacción de la asociación ante esta actuación que contó con un presupuesto de 14.000 euros pero que, sin embargo, no representó ningún coste adicional para los bolsillos de los residentes ni para las arcas municipales.

En el caso de la Plazuela de la Inmaculada, la preinstalación de infraestructuras acometida durante la reciente remodelación de la Corredera permitirá eliminar los postes de electricidad que se instalaron tras la demolición de la vivienda que existía en la confluencia de las calles Fernández y Canivell, Santa Ana y Corredera, en cuyos bajos se encontraba el desaparecido Bar Parada. En los próximos días, los dos postes serán sustituidos por un sistema que conducirá las instalaciones a las arquetas bajo tierra.

«Han sido muchas las peticiones para que se eliminara este cableado y se mejorara la imagen visual de este punto tan importante de Montilla, y por eso se previó en el proyecto de remodelación», destacó, por su parte, la teniente de alcalde de Urbanismo, quien adelantó que estas actuaciones se desarrollarán también en otros puntos de Montilla como la esquina de la Corredera con Hermanos Garnelo -frente al edificio de La Tercia- o en la confluencia de las calles Beato Juan de Ávila y Capitán Alonso de Vargas -a escasos metros de la Casa Museo del Inca Garcilaso-. Y es que, junto con la asociación de vecinos El Centro, el propio Consejo Asesor de Patrimonio Histórico -un organismo formado por los grupos municipales y por representantes de los colectivos culturales de la ciudad- ha solicitado en varias ocasiones la canalización del tendido eléctrico en estos enclaves históricos de la ciudad.