La Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a más de 9 años de prisión al acusado del intento de asesinato del letrado Diego Jesús Notario Fernández, una sentencia que el Colegio de Abogados de Córdoba ha considerado «técnicamente correcta», aunque disienten de algunas cuestiones técnicas, por lo que están valorando la posibilidad de recurrirla.

La sentencia condena al agresor como autor de dos delitos, uno de asesinato en grado de tentativa y otro de obstrucción a la justicia, «concurriendo en ambos la atenuante analógica de alteración psíquica» y para el primer delito la de confesión. La condena en el primero de ellos es de siete años y cuatro meses de prisión, y además dos años de prisión y 12 meses de multa, a razón de 10 euros diarios, por el segundo delito, así como la prohibición de acercarse a menos de 200 metros y de comunicación por cualquier medio por un tiempo de 17 años y cuatro meses.

El decano del Colegio de Abogados, José Luis Garrido, que ejerce una de las acusaciones del proceso, mostró ayer su satisfacción por la condena, «en concepto de responsabilidad civil dimanante de la infracción por los perjuicios que, a consecuencia de las lesiones, padece la víctima», pues considera que «satisface las pretensiones de la parte». También manifestó el apoyo del colegiado, Diego J. Notario, condenando públicamente los hechos, al considerar que «atentan contra el libre e independiente ejercicio de la abogacía y contar la administración de Justicia».

Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del 19 de abril del 2016, cuando el agresor, «provisto de una escopeta», acudió en su vehículo a la urbanización El Francés, de Montoro, donde la víctima se dirigía a su despacho, y el procesado le disparó «de manera sorpresiva» desde 10 metros de distancia, provocando que cayera al suelo gravemente herido. El acusado se dirigió nuevamente a su vehículo y salió en dirección a la autovía hasta Córdoba, reconociendo que «había disparado a un abogado minutos antes», por lo que fue detenido.

Antes, entre los años 2007 y 2011 el procesado recibió la asistencia del abogado, surgiendo una serie de discrepancias, por lo que en 2011 Notario renunció a su defensa. En 2015 el abogado entregó la documentación al Colegio de Abogados y posteriormente, el acusado, supuestamente «movido por el ánimo de acabar con la vida del letrado, por entender que su actuación le había perjudicado en procedimientos judiciales», le llevó a actuar de la manera citada.