Unos 500 vecinos se concentraron ayer en la plaza del Ayuntamiento para exigir soluciones a la inseguridad que sufren al ser objeto de continuos robos y amenazas por parte de personas de etnia gitana que residen en el municipio. Los vecinos ya denunciaron esta situación al anterior equipo de gobierno. A la vez, han pedido explicaciones al alcalde, Matías González, por lo que consideran, según la convocatoria, "favoritismo hacia un sector minoritario de la población dando material de construcción y no pidiendo licencia de obras" para la construcción de una vivienda anexa a una anterior habitada por personas de esta raza y que está en unos terrenos que les cedió hace años el Obispado de Córdoba. El alcalde comunicó a los vecinos que han paralizado las obras al constatar la falta de licencia y que ha pedido refuerzos a la Guardia Civil.