Que la Semana Santa se vive intensamente en los pueblos de la ruta Caminos de Pasión se hace evidente en multitud de tradiciones. De todas ellas, las recetas que conforman la llamada Cocina de Cuaresma se han ido legando de padres a hijos. Caminos de Pasión quiere poner en valor este patrimonio inmaterial y, por eso, este año un centenar de restaurantes, bares y confiterías lucen el distintivo Cocina o Repostería de Cuaresma y Semana Santa , conformando una ruta por los ocho municipios de la ruta --cinco de ellos en Córdoba--.

Los protagonistas son productos como el bacalao y la naranja. Bacalao ajoarriero, guisos y platos de bacalao, con tomate, con almendra y gambas, potajes de vigilia- Las posibilidades son infinitas y bien merece una parada en Puente Genil para probar su versión con patatas, o en Priego las Albóndigas de Semana Santa. También es muy típico el remojón de naranja, con gran arraigo en Lucena, Priego y Baena. De la huerta nacen platos como el revoltijo de verduras o el mojete de papas o espárragos de Baena, y las espinacas con garbanzos de Cabra.

Cualquier punto de la ruta es buen lugar para disfrutar de las torrijas o los pestiños. En Baena, además, tienen los panetillos de cortijo; en Cabra los gajorros y en Lucena los pestiños de pellizco. Priego ofrece sus palillos de santo y hornazos y Puente Genil sus inigualables postres a base de membrillo y los ochíos de anís.