Un elevado número de ciervos está destruyendo el olivar del término municipal de Villanueva del Duque, siendo los daños visibles para cualquiera que pase por la zona.

Los animales, que se mueven sin control, se han comido ya al menos el 20 por ciento de la cosecha de aceitunas, según los olivareros, que señalan que los ciervos proceden de un coto de caza mayor, propiedad de la Junta de Andalucía, donde hay fundamentalmente pinar y la falta comida y agua. Esto, junto a la ausencia de un cerramiento, provoca que los animales se salten a las fincas y se acerquen incluso al casco urbano. A lo largo de los años se han ido reproduciendo y, en un año de sequía como este, la búsqueda de comida ha producido algo insólito, y es que estos animales que apenas se veían ahora son visibles a plena luz del día e incluso a menos de cien metros de cualquier vehículo o persona.

El presidente de la cooperativa Nuestra Señora de Guía de la localidad, Domingo Caballero, se lamentó ayer por la falta de respuesta de la Administración autonómica, pese a las reuniones mantenidas hace un año con la Delegación de Medio Ambiente, en las que participaron el Ayuntamiento, la cooperativa y la sociedad de cazadores. Igualmente, recordó que en abril se aprobó una moción en el Ayuntamiento para que la Junta actuara «y no ha habido respuesta».

Domingo Caballero señala que a este paso, «en poco tiempo estaremos sin olivos» y describe cómo, cuando se realiza la poda, aparecen los venados para comerse los brotes, cómo con los cuernos arrancan las ramas e incluso muerden el tronco de los árboles, a los que transmiten la tuberculosis del olivo, «ya que donde muerden hay que cortarlo y quemarlo porque para esto no hay tratamiento». Caballero reclama que la Junta de Andalucía no mire para otro lado y cierre adecuadamente la finca de su propiedad, realice un control de la población de ciervos y les suministre alimento y agua. «A nosotros, si se nos ocurre tocar a un ciervo, podemos terminar en la cárcel», señaló.