Mientras se celebraba el pleno extraordinario varios cientos de vecinos se volvieron a concentrar a las puertas del ayuntamiento, en solidaridad con los vecinos agredidos y en espera de una respuesta municipal.

La concentración se llevó a cabo finalmente, pese a que tanto el subdelegado del Gobierno como los familiares de los agredidos habían hecho un llamamiento para que no se llevara a cabo y se tranquilizaran los ánimos.