Pasaban dos minutos de las 12 horas del mediodía de ayer cuando los dos cohetes de rigor anunciaban que comenzaban los encierros de las fiestas de Santa Ana en El Viso. Después de una intensa jornada previa, con la misa de la patrona de madrugada y la procesión al amanecer, llegaba una tradición esperada y que está declarada de Interés Turístico de Andalucía.

Las diez reses de las ganaderías de Fernando Peña y el Jaral de Mira salieron en tandas de cinco y enseguida comenzaron las carreras de los participantes, en su mayoría jóvenes, en la cuesta de la calle Toriles, viviéndose también momentos de peligro en el giro hacia Riscalejos y su continuación por Ramón y Cajal hasta la Plaza de Toros.

La manada se rompió poco después de la salida de toriles y las vacas, algunas de gran envergadura, emprendieron camino en solitario por el recorrido, de ida y vuelta a toriles, con continuos giros que en algún caso sorprendieron a varios corredores que tuvieron que encaramarse a un balcón. Magnífico ambiente en las casas situadas en el itinerario, donde se juntaban familias y amigos, que aparecían todas con las puertas protegidas con burladeros de madera o chapa, refugio de espectadores y corredores. Y en algunos puntos, toldos para generar sombra o con nebulizadores que refrescaban el ambiente en una mediodía con un calor sofocante y termómetros marcando 39 grados a la sombra.

A modo de carro escoba, un singular vehículo con varias personas protegidas con barrotes fue reconduciendo a las últimas reses rezagadas.

El encierro se recogió pasadas las 14.30 horas, momento en el que tocaba analizarlo con algún refrigerio en cualquiera de los bares del centro, dónde se sucedían los reencuentros entre vecinos y paisanos ausentes que regresan a El Viso con motivo de sus fiestas.

Muy pendiente de cualquier percance se encontraba el equipo médico, con el doctor Eliseo Morán al frente. En el consultorio, como centro de atención médica, se encontraban dos cirujanos, un anestesista y un enfermero con tres ambulancias equipadas y con vías de evacuación, distribuidas por el recorrido. Según informó Eliseo Morán, en el encierro de ayer un joven sufrió un pinchazo de cuerno en el abdomen de escasa relevancia y hubo también atenciones por caídas y rozaduras, por lo que la jornada transcurrió «tranquila».

El responsable de Protección Civil, José Toril, explicó que hay un amplio dispositivo de seguridad, de control de las barreras y para evitar que menores de 16 años puedan acceder a las calles por dónde discurre el encierro o «encierre», según la tradicional expresión de El Viso.

Las fiestas se prolongarán hasta el domingo y desde el Ayuntamiento informan que a partir del viernes esperan una gran afluencia de corredores de distintas provincias.