No era la luz propia a la que Nuestro Padre Jesús Nazareno acostumbra a salir a la calle, ni tampoco la temperatura de la Madrugada del Viernes Santo, sin embargo, la intensidad emocional y devocional era la misma.

Puntualmente, el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno estaba enmarcado ante la portada de ingreso a la iglesia del Espíritu Santo, mientras una avalancha de gente subía la calle para encontrarse de frente con el rostro de la devota imagen, que como antaño caminó sobre su paso de plata y vestido con una ajada túnica del siglo XVIII portando la cruz de plata. El paso fue exornado para esta histórica ocasión con clavel rojo de una tonalidad oscura.

Por un momento, parecía que se había parado el tiempo ante la silueta del poderoso Nazareno. Costaba dejar de mirar a esta impresionante talla obra del maestro Juan de Mesa.

Poco a poco, la cruz dorada iba abriéndose camino entre la multitud que abarrotaba las calles colindantes al convento del Espíritu Santo, pocos metros detrás sonaba la campana que elevaba al Nazareno al cielo de La Rambla, un cielo que lentamente se iba oscureciendo. Sollozos, emociones, expectación y muchos curiosos que se acercaron a vivir con la hermandad este Año de la Misericordia que pasará a los anales de la cofradía por esta salida extraordinaria.

Así iba tomando cuerpo la procesión entre calles engalanadas con elegantes banderolas donde lucía el escudo de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. A paso muy lento la majestuosa imagen acompañada de los sones de su propia agrupación musical se perdía entre una multitud que lo acompañó hasta el Calvario.

Una vez allí fue entronizado en un altar compuesto por varias piñas de cera y flor que escoltaban el paso del Nazareno, un altar donde se vivió la intensa ceremonia en cuyo transcurso se bendijo una réplica de Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra del prestigioso imaginero cordobés Antonio Bernal. Es una talla cargada de simbolismo y creada para dar testimonio de la Misericordia, ya que esta copia se ha creado con la intención de que el Nazareno esté presente, más si cabe, en la casa de los enfermos del municipio que así lo soliciten a la hermandad.

Tras la ceremonia, exquisita en su organización y contenido, dio comienzo la procesión de regreso ante cientos de fieles que acompañaron en todo momento el paso de la imagen. Muy emotiva la llegada a su templo donde se abrió la Puerta Santa del Año jubilar de la Misericordia.

Jesús Nazareno una vez más volvió a hacer historia en este municipio, un lugar donde bien saben, y ayer quedó patente, que la misericordia de Dios está reflejada en el rostro del bendito Nazareno.