El Instituto Marista celebra este año el 200 aniversario de su fundación. Corría el año 1817 cuando el joven sacerdote francés Marcelino Champagnat, ante la injusticia de la época de la falta de maestros y escuelas para la educación de los niños, decidió fundar una familia religiosa cuyos miembros fueran hermanos, tuvieran una vida en comunidad y cuyos fines fueran la educación cristiana de los niños y jóvenes. Hoy día, después de 200 años, el Instituto se encuentra extendido por más de 80 países de todo el mundo.

Lucena tuvo el orgullo de ser el primer colegio que se fundó en Andalucía y uno de los primeros de la Península. La llegada de los maristas a Lucena no fue casual, ya que un lucentino coincidió con unos religiosos que viajaban en tren desde Barcelona a Sabadell, con los que entabló conversación interesándose por su congregación. Se llamaba Francisco Garzón Carmona y era hermano del párroco de San Mateo, al que le comunicó la impresión que le causaron aquellos hermanos maristas. Esto, unido al deseo de la ciudad de crear una escuela católica para niños y jóvenes, hizo que una comisión de «dignos señores» llamara a los hermanos para crear dicha escuela. Se consiguió para ello la casa-palacio de los condes de Valdecañas, situada en la calle Salidos, 4, comenzando las clases en el año 1906. El edificio del siglo XVII no pudo aguantar mucho tiempo, dando por finalizada la estancia de los maristas en Lucena en el año 1964.

Paras festejar el citado aniversario se organizó un encuentro en la ciudad, al que acudieron miembros de la Asociación de Antiguos Alumnos Maristas de Córdoba y hermanos maristas procedentes de Córdoba, Valencia, Jaén y Priego y un numeroso grupo de antiguos alumnos del desaparecido colegio de Lucena. Comenzó el encuentro con un desayuno y después, en el Palacio de los Condes de Santa Ana, hubo una recepción presidida por el alcalde, Juan Pérez, con asistencia del portavoz del PP, Francisco Huertas. Intervinieron también en el acto el abogado lucentino Miguel Cuenca Valdivia, Hijo Predilecto de la ciudad; Juan José Primo Jurado, subdelegado del Gobierno y presidente de Ademar Córdoba, y el hermano Juan Ignacio Poyatos, administrador provincial. Todos coincidieron en el espíritu marista que aún pervive entre los antiguos alumnos lucentinos, como el exalcalde José Luis Bergillos López, Manuel García Tubío, Aurelio García Álvarez de Sotomayor, Antonio Montes, Antonio Ruiz, Antonio y Ángel del Espino, Armando Mellado, Alfredo y Luis Fernando Palma Robles y Alejandro Moreno, entre otros, destacando el trabajo de coordinación de los actos del profesor marista y lucentino Antonio Pérez Rodríguez.

A continuación se realizó una visita, iniciada en el propio Palacio de Santa Ana, continuando por Santo Domingo, el azulejo conmemorativo del centenario del colegio situado donde se encontraba el mismo y la parroquia de San Mateo. Terminada la misma se ofreció una misa en el santuario de Nuestra Señora de Araceli, concelebrada por el vicario y tres sacerdotes, todos antiguos alumnos maristas. También se celebró una comida de hermandad en el Círculo Lucentino.