El Ayuntamiento de Cabra se encuentra en estas últimas semanas concluyendo una serie de trabajos de urgencia para tratar de poner fin a una serie de deficiencias y problemas en el Teatro El Jardinito, que se han ido acumulando desde que abriera sus puertas el 3 de mayo del 2008 y que han supuesto a las arcas municipales más de 100.000 euros.

Los problemas que se han ido acrecentando con el paso de los años y el alcalde Fernando Priego (PP) los calificaba para este periódico de «incomprensibles». Por ello demandaba que «alguien debía responder por eso», preguntándose al mismo tiempo por qué aquella obra de construcción se hizo de aquella forma y por qué se recepcionó en esas condiciones».

Estas deficiencias que técnicamente se conocen como «vicios ocultos», defectos que no son reconocibles en el examen de una obra en el momento de la entrega tras su finalización, que han obligado al Ayuntamiento a renovar entre otra serie de elementos, las cubiertas de la terraza del Teatro donde se encuentra el cine de verano y que estaban provocando una serie de goteras en el interior del edificio o la acumulación de humedades en varias zonas y espacios de éste, como la propia caja escénica, el patio de butacas y lo que en su día fue el casón histórico.

Para el primer edil, «cuesta trabajo entender en una obra que no lleva ni diez años al servicio de los ciudadanos, que tenga esos problemas y esos desperfectos y más cuando el Ayuntamiento ganó el juicio ante la empresa constructora, ya desaparecida», obligando al consistorio en reiteradas ocasiones a reclamar a la Diputación de Córdoba y a la Junta de Andalucía «que se nos pague los más de 400.000 euros que se nos deben todavía por la construcción del teatro, después de diez años».

Esto es «todo un maltrato» y un «espectáculo» este tipo de hechos, según Priego, así como el hecho de cómo se gestionó, se hizo y se recepcionó ese espacio escénico «a la vista de lo que nos hemos encontrado cuando hemos ido a tapar los desperfectos que se estaban sufriendo» y que de no haber acometido hubieran ido acrecentando los problemas.

El coste del teatro superó los 5 millones de euros, que fueron aportados en un 37,50 por ciento por la Consejería de Cultura, el mismo porcentaje por la Diputación de Córdoba y un 25 por ciento por el Ayuntamiento de Cabra, que proporcionó el terreno. Además, el Ministerio de Cultura colaboró con su dotación técnica, con una cuantía de unos 500.000 euros.

El Jardinito tiene una capacidad de 456 butacas y su construcción combinó la rehabilitación de un palacete de principios del siglo XX y otro edificio de nueva construcción.