El Ayuntamiento de Montilla acaba de poner en marcha, en colaboración con la Policía Local, un plan experimental para controlar la superpoblación de gatos en el casco urbano. Así lo anunció la teniente de alcalde de Medio Ambiente, Raquel Casado, quien explicó que la medida trata de dar respuesta a las quejas que vienen manifestando en los últimos años vecinos del entorno del Llano de Palacio, que han denunciado la existencia de una "plaga" de felinos que está causando molestias por los alrededores del Paseo de Cervantes, del convento de Santa Clara y del Palacio de Medinaceli.

Ante esta situación, la responsable de Medio Ambiente ha mantenido una reunión con vecinos de la zona y con representantes de la asociación de ayuda a animales abandonados de Montilla Dejan Huella, con el objetivo de plantear "alternativas" a un problema que la propia Raquel Casado calificó de "complejo".

"Hasta ahora, la solución que se venía aplicando cuando se detectaba un exceso de gatos consistía en avisar a la empresa encargada de la recogida de animales abandonados", indicó la edil socialista, que reconoció que existía una "confrontación" entre los residentes en el entorno del Llano de Palacio y los defensores de los animales, conscientes de que el destino final de los gatos recogidos por la empresa que gestiona el refugio municipal era el sacrificio, si ninguna persona los reclamaba en el plazo de diez días.

Tal y como explicó la responsable municipal de Medio Ambiente, el nuevo programa de control de colonias de gatos se centra en la localización de las hembras para castrarlas o esterilizarlas químicamente, mientras que las crías que se van detectando se recogen para entregarlas en adopción a personas interesadas.