Crecen las expectativas en el sector agrario de Montemayor. El nuevo plan de aprovechamiento y distribución de aguas regeneradas para su reutilización con fines agrícolas en el que trabaja la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha despertado el «interés» y la «ilusión» entre los agricultores del municipio de la Campiña Sur.

Así lo reconoció ayer a CÓRDOBA el alcalde de la localidad, Antonio García, quien desde el pasado mes de junio viene manteniendo reuniones con la CHG y con las dos cooperativas agrícolas de la localidad para tratar de constituir una nueva comunidad de regantes que permita aprovechar las aguas regeneradas que salen de la estación depuradora, ubicada en el pago de El Carrascal, junto al Partidor de Las Islas.

«En la actualidad, el agua de la depuradora no revierte a ningún cauce y es una pena que se esté perdiendo en un pueblo eminentemente agrícola y con una necesidad acuciante de este recurso», explicó el primer edil, quien hizo hincapié en que «Montemayor no tiene acceso al Genil-Cabra ni a ningún otro tipo de riego que ayude a paliar la escasez de lluvias que se viene sufriendo en los últimos años en la Campiña».

Según ha podido saber este periódico, el Plan Hidrológico del Guadalquivir contempla la dotación de hasta 20 hectómetros cúbicos anuales de aguas regeneradas para su reutilización con fines agrícolas.

A su vez, la CHG ya tiene «muy avanzado» el plan de aprovechamiento que, una vez finalizado, deberá aprobar la junta del organismo de cuenca.

En concreto, el plan de aprovechamiento y distribución de aguas regeneradas dispondrá de una veintena de ítems evaluables aunque, según fuentes de la propia CHG, «se priorizarán, a la hora de otorgar dichos derechos, varios criterios que serán de gran trascendencia, tales como la viabilidad técnica y económica de los proyectos, la viabilidad ambiental de los mismos y una serie de criterios sociales, que tienen que ver con la repercusión para el empleo y la extensión de regadíos».

«Pensamos que Montemayor cuenta con muchas posibilidades de conseguir una de estas concesiones, ya que no tiene ninguna comunidad de regantes en la actualidad y tampoco tiene acceso a las aguas del Genil-Cabra, a pesar de contar con un gran número de pequeños agricultores», subrayó Antonio García, quien hizo hincapié en las «necesidades hídricas» de la zona más alejada de Fernán Núñez o La Rambla, donde el terreno es más arenoso y, por tanto, cuenta con mayor capacidad para acumular el agua de lluvia. En ese sentido, el alcalde de Montemayor se muestra esperanzado en que el nuevo plan de aprovechamiento y distribución de aguas regeneradas en el que trabaja la CHG permita implantar riego en unas 300 fanegas de tierra. «Para un pueblo como Montemayor, que vive fundamentalmente de la agricultura, es vital», reconoció.